Este jueves 27 de enero llega a cines El Callejón de las Almas Perdidas, la nueva película de Guillermo del Toro que está basada en la novela Nightmare Alley, escrita por el estadounidense William Lindsay Gresham en 1946, y cuenta con un elenco conformado por Bradley Cooper, Cate Blanchett, Rooney Mara, Toni Collette, Willem Dafoe y Richard Jenkins.
La historia sigue la vida de Stanton Carlisle, quien aprende actos de magia de una vidente y un mentalista en un circo, de los cuales se beneficia al mudarse a una ciudad para engañar a la población hasta que se aparecen sus peores demonios, encabezados por su ambición y arrogancia en una frontera entre la verdad y la mentira, al lado de una misteriosa psiquiatra.
Callejón de las almas perdidas: diferencias entre el libro y la cinta de Del Toro
Como sabemos, las adaptaciones de libros a películas (y viceversa) pueden sufrir ligeros (o grandes) cambios, dependiendo qué tan apegadas estén a estos. Cabe destacar que la novela ya había sido llevada al cine anteriormente en una cinta homónima, dirigida por Edmund Goulding e interpretada por Tyrone Power, Joan Blondell y Coleen Gray como protagonistas; esto a un año de la publicación del libro.
Actualmente, la película de 1947 tiene en su mayoría críticas positivas (aunque al inicio no fue así), y la actuación de Power fue sumamente memorable. Un filme que podría considerarse clásico del cine negro y que le estaba dando a Del Toro el reto de crear una obra que tuviera la misma (o mejor) respuesta que el trabajo realizado por Goulding.
El callejón de las almas perdidas: 1947 vs. 2022
Cabe destacar que, si hablamos de diferencias, la principal es más bien entre las dos producciones cinematográficas: la realidad es que Del Toro agrega algunos elementos que ‘se le fueron’ a la adaptación de 1947, por lo que de alguna manera resulta más fiel en cuanto a trama; por ejemplo, introduce algunos temas relacionado al adulterio, el aborto y la violencia.
La historia detrás de la historia es prácticamente la misma
La novela escrita por Gerzham está basada en una experiencia que le contaron cuando trabajó como voluntario en la Guerra Civil Española; alguien le habló sobre una atracción de feria llamada ‘el monstruo’: un borracho que aceptaba devorar serpientes y pollos vivos que le arrojaban para conseguir unos tragos más.
Según una cita en la introducción del libro, el autor menciona que “la historia del monstruo me obsesionó. Al final, para librarme de ella tuve que escribirla. La novela, de la cual fue la base, pareció horrorizar a los lectores tanto como me horrorizó a mí la historia original”.
Del Toro decidió mantener este elemento catalogado de horror en su historia: el monstruo devora gallinas para entretenimiento de los visitantes a la feria que más bien se ríen del hombre, cual bestia actuando en un circo.
Guillermo del Toro ¿se adentra al género noir?
A pesar de que la historia de la novela es considera un clásico del género negro por la forma en que retrata a cada uno de sus personajes, Del Toro no considera haber recreado una historia noir; es más ni siquiera quería acercarse a ello.
En una entrevista para el medio ecuatoriano El Universo, el director explicó que lo que él quería era rescatar algunos elementos del libro para plasmarlos de la forma en que él interpretaba la historia, mas que en cómo se retrata la historia en sí.
“Cuando Kim Morgan y yo estábamos conversando -y Kim es una gran estudiosa del género-, le dije: ‘Lo último que quiero hacer es un clásico del cine negro’”, dijo el cineasta.
“Lo que yo quería hacer era volver sobre el material original para tratar de recuperar parte de esos elementos freudianos, junguianos y de alguna manera surrealistas del libro; y, en algunos casos, ni siquiera ser fiel a él, sino a mi lectura y al espíritu del libro que yo percibía”, compartió para El Universo.
El alcohol: protagonista en ambas
‘El monstruo’ descrito en la publicación no es mas que un alcohólico obligado por su condición a aceptar el trabajo más denigrante y grotesco con tal de poder seguir tomando. El poder nocivo del alcohol está presente en la novela de principio a fin y permite al lector darse cuenta de las peores consecuencias que este deja.
La película del cineasta mexicano mantiene el alcohol como un elemento clave en el desarrollo de la historia, pues muchos de los personajes tienen una relación compleja con la bebida que al final los termina llevando por caminos catastróficos.
En pocas palabras, se podría decir que El callejón de las almas perdidas es una adaptación fiel a la historia, pero utiliza algunos recursos que le permiten no caer en el género noir; sin embargo, este filme es considerado por algunos críticos como la cinta más lúgubre que ha realizado el director de películas como El laberinto del fauno o La forma del agua, que recuperan elementos más fantásticos.
Aunque sigue existiendo el elemento ‘monstruoso’: no necesariamente es un animal, un fenómeno o un personaje fantástico, es el propio humano, que no necesita más que sus acciones para demostrar que el verdadero monstruo es uno mismo.