LOS ÁNGELES— La familia de la directora de fotografía que murió baleada en el set de la película Rust demandó a Alec Baldwin y los productores del filme por homicidio por negligencia.
Los abogados de la familia de Halyna Hutchins anunciaron la demanda presentada en Nuevo México a nombre del esposo de Hutchins, Matthew Hutchins, y su hijo, Andros, en una conferencia de prensa en Los Ángeles el martes.
Al menos otras tres demandas se han presentado por el tiroteo, pero esta es la primera directamente relacionada con una de las dos personas baleadas.
La “conducta imprudente y las medidas de reducción de costos” de Baldwin y los productores de la película “condujeron a la muerte de Halyna Hutchins”, dijo el abogado Brian Panish.
Un video creado por los abogados mostró una recreación animada del tiroteo.
Baldwin estaba apuntando un arma hacia Hutchins durante la preparación para la filmación de una escena del western en Nuevo México el 21 de octubre cuando el arma se disparó, matando a Hutchins e hiriendo al director Joel Souza.
Baldwin ha dicho que le apuntó a Hutchins siguiendo sus instrucciones y que la pistola se disparó sin que él apretara el gatillo.
Los abogados dijeron en el video que Baldwin había rechazado el entrenamiento para el tipo de desenfundado de armas que estaba practicando cuando le disparó a Hutchins.
Dijeron que los estándares de la industria exigen el uso de una pistola de goma o de utilería similar para ese tipo de escenas, y que no se justificaba la presencia de un arma real.
En enero, casi tres meses después del tiroteo, Baldwin entregó su teléfono celular a las autoridades en su estado natal de Nueva York. La información recopilada del teléfono fue proporcionada a los investigadores del condado de Santa Fe, quienes habían obtenido una orden judicial.
Los investigadores han descrito cierta complacencia en el modo en que se manejaron las armas en el plató de Rust. Han dicho que es demasiado pronto para determinar si se presentarán cargos.
Baldwin dijo que no cree que enfrente cargos penales.
El supervisor de guion de la película y su operador de cámara principal, quienes estaban parados a unos metros de Hutchins, presentaron una demanda por el trauma por el que pasaron.
Y la armera de la película, Hannah Gutiérrez Reed, nombrada como una acusada en esas demandas y culpada por algunos por el tiroteo, presentó su propia demanda diciendo que un proveedor de municiones creó condiciones peligrosas al incluir balas reales en una caja que se suponía que debía incluir solo balas de fogueo.
En una entrevista con ABC News en diciembre, Baldwin dijo que sentía una tristeza increíble por el incidente, pero no culpa.
“Alguien es responsable de lo que pasó, y no puedo decir quién es, pero no soy yo”, dijo el actor y productor.
Dijo que Hutchins le había pedido que apuntara el arma justo a un lado de la cámara, hacia su axila, antes de que se disparara.
“Yo no apreté el gatillo”, dijo Baldwin. “Nunca apuntaría con un arma a nadie y apretaría el gatillo. Nunca”.
Agregó que Hutchins era “querida y admirada por todos los que trabajaron con ella”.
Hutchins, de 42 años, creció en una remota base militar soviética y trabajó en documentales en Europa del Este antes de estudiar cine en Los Ángeles y embarcarse en una prometedora carrera cinematográfica.
En su página de Instagram, se identificó como una “soñadora inquieta” y “adicta a la adrenalina”.
En una entrevista de 2019 con American Cinematographer, que la nombró una de las estrellas en ascenso del año, se describió a sí misma como una ‘mocosa del ejército’ atraída por el cine porque “no había mucho que hacer afuera”. Se documentaba saltando en paracaídas y explorando cuevas, entre otras aventuras, y a través de su trabajo con cineastas británicos quedó “fascinada con la narración basada en personajes reales”.