En la última semana, una película recientemente incorporada a Netflix se ha posicionado y mantenido en el top 10 de la plataforma y no ha cedido lugar; su historia es tan misteriosa como su nombre, y además está basada en hechos reales: El Misterio del Faro.
La cinta fue estrenada en 2018, llevando por título original The Vanishing (Keepers). Es una producción británica dirigida por el danés Kristoffer Nyholm, con Gerard Butler, Peter Mullan y Connor Swindells como protagonistas de la película donde se muestra que la realidad a veces supera la ficción.
¿De qué trata ‘El Misterio del Faro’?
La sinopsis oficial adelanta lo siguiente: “En una isla de la costa escocesa, tres fareros desaparecen sin dejar rastro. Inspirada en la historia real del misterio de la isla Flannan”. Este sitio se encuentra frente a la costa oeste de Escocia, y es conocido sobre todo por la desaparición misteriosa de sus guardianes en el año 1900.
La verdadera historia detrás de la película ‘El Misterio del Faro’
En la costa oeste de Escocia, en el Reino Unido, hay un grupo de islas e islotes que en conjunto se llaman Islas Flannan, y forman parte del archipiélago de las Islas Hébridas Exteriores. Las Flannan se divide a su vez en siete islas principales; una de las más importantes es la Eilean Mòr (Big Isle), que tiene aproximadamente 17.5 hectáreas de extensión, y en ella se encuentra el faro de las islas Flannan, lugar donde sucedió el misterio.
Este recóndito lugar era custodiado por tres hombres: James Ducat (el director), Thomas Marshall (el segundo ayudante) y Donald McArthur (en ese momento sustituía a William Ross, el primer ayudante que estaba de baja por enfermedad), quienes tenían el deber de cuidar y mantener el faro siempre encendido, por si llegase a necesitarlo alguna embarcación. Sin embargo, a finales del año 1900 desaparecieron misteriosamente, sin dejar rastro alguno.
Las cosas comenzaron a ponerse medio raras desde el 15 de diciembre de 1900, cuando la embarcación Archtor pasó por la isla en la ruta que llevaba, Filadelfia a Leith, y se percató de que la luz del faro no estaba encendida, por lo que anotó en su cuaderno de bitácora y llevó su informe al destino: Leith, el 18 de diciembre de este mismo año.
Como las condiciones climatológicas no eran lo suficientemente favorables, tuvieron que esperar unos días para adentrarse en la isla y saber por qué la torre del faro estaba apagada.
La tarde del 26 de diciembre de 1900, el capitán Jim Harvie llevaba en su nave al reemplazo de uno de los tres: el farero Joseph Moore. Para sorpresa y desconcierto de ambos, nadie salió a recibirlos, y el faro seguía sin destellar; intentó llamar su atención haciendo sonar la sirena del barco y lanzando una bengala, pero no tuvo éxito.
Moore decidió remar de la embarcación a la isla para averiguar qué era lo que sucedía, pero no halló nada; subió rápido las escaleras para llegar hacia donde está el faro y buscó a alguno de los tres fareros, pero no los encontró ni tuvo respuesta cuando gritó su nombre.
Al entrar al faro encontró varios escenarios inusuales: un reloj detenido, las cenizas de la chimenea frías, comida en la mesa a medio comer, una silla volcada y las camas hechas, como si nadie hubiese dormido en ellas; la única señal de vida que había en ese momento fue (además de las gaviotas que rondaban la isla) un pequeño canario, que además no estaba en las mejores condiciones, pues se le veía hambriento.
Investigaciones posteriores no encontraron mayores detalles, salvo que había uno de los impermeables colgado en un pasillo, lo que genero muchas dudas entre los marineros que siguieron investigando, además de secuelas que había dejado una gran tormenta.
Especulaciones sobre el misterio de las Islas Flannan
Las especulaciones no se hicieron esperar sobre todo por parte de medios británicos, incluso años después del trágico incidente: un accidente derivado de la tormenta, una riña que terminó fatal, una ola los arrastro hacia adentro, que habían arreglado para que un barco les recogiera y empezar nuevas vidas, que fueron secuestrados; incluso se habló de fantasmas y extraterrestres que se los habían llevado.