Este 6 de julio se conmemora el 115 aniversario del natalicio de Frida Kahlo, conocida al día de hoy como una de las artistas más importantes del siglo pasado.
A pesar de su exitosa carrera como pintora, su vida estuvo marcada por algunos eventos, como su padecimiento de poliomielitis detectado a los seis años, o el trágico accidente cuando era joven y por el cual sufrió más de 20 operaciones; prácticamente, el dolor físico ya era parte de su día a día hasta su fallecimiento, el 13 de julio de 1954.
¿Cómo fue el accidente de Frida Kahlo?
Era el 17 de septiembre de 1925; Frida Kahlo, con 18 años, volvía de la escuela junto a un joven identificado como Alejandro Gómez Arias. Ambos abordaron un camión tras buscar una sombrilla que ella había perdido; su transporte se dirigía al centro de Coyoacán.
Inesperadamente, el transporte de madera en el que iban fue impactado por un tranvía de metal de la línea Xochimilco: “El tren aplastó el camión. Fue un choque extraño. No fue violento sino sordo, lento y maltrató a todos. A mí, mucho más”, escribió Frida en una ocasión.
En ese accidente, ocurrido en la esquina de las calles Cuauhtemotzín y Calzada de San Antonio Abad, Kahlo fue atravesada por una varilla de hierro que le atravesó la pelvis; al momento en que ocurrió el incidente, un hombre se acercó a la joven para intentar extraerle la varilla.
Debido a esto, la joven Frida sufrió múltiples heridas de gravedad, que incluso muchos médicos catalogaron como mortales. Entre ellas, destacan:
- Fractura de la clavícula
- Descoyuntura de hombro izquierdo
- Fractura de la tercera y cuarta costillas
- Fractura en tres partes del hueso pélvico
- Fractura de la columna vertebral en tres partes de la región lumbar
- Fractura de la pierna derecha en 11 partes
- Dislocación del pie derecho
- Reblandecimiento del riñón
Frida Kahlo después del accidente
La joven Frida permaneció un mes inmovilizada en el hospital y dos más recuperándose en casa usando corsés de yeso y acero para sostener su columna.
Para que Kahlo intentara distraerse, su madre le sugirió comenzar a pintar adaptando un espejo para que ella pudiera ser su propia modelo y mandó a hacer un caballete especial, ya que no se podía sentar.
Una de sus obras más conocidas, relacionada por el incidente de 1925, fue ‘La columna rota’ (1944); se trata de un autoretrato -como gran parte de su obra- en el que aparece la artista semidesnuda, con lo que parece ser un cinturón para mantener la postura, decenas de clavos en su cuerpo y lágrimas en su rostro. Además, se alcanza a ver la columna por dentro.
A lo largo de su vida fue sometida a 32 cirugías; un año antes de su muerte, la artista sufrió la amputación de su pierna derecha.