A 60 años de la muerte de Marilyn Monroe recordamos algunos vínculos de uno de los íconos más grandes del cine en Hollywood con México, lugar que visitó varias veces. Previo al estreno de su película biográfica Blonde, protagonizada por Ana de Armas, te contamos sobre los lazos y las personas que unieron a la popular actriz con este país.
La madre de Norma Jeane Mortenson, su nombre de nacimiento, pasó sus primeros años en territorio nacional, pues es originaria de Piedras Negras, Coahuila. Aunque con raíces latinas, Monroe hizo su carrera en Estados Unidos, pero viajó continuamente al país para divertirse, pues entonces había una estricta ley seca, así que algunas fiestas las trasladó a Ciudad Juárez, Chihuahua, en donde incluso se encontró con Frank Sinatra.
Vino a la Ciudad de México allá por 1962 e incluso fue invitada a la casa de ‘El indio’ Fernández. Pero su relación con un mexicano fue más allá ya que por esas fechas conoció al guionista y director de cine, José Bolaños Prado. De acuerdo con el libro El último amante de Marilyn Monroe, de Xavier Navaza, vivieron un fugaz romance –de 14 días- e incluso la acompañó en los Golden Globes de ese año.
Varias imágenes también han mostrado la cercanía de Marilyn con el país, sobre todo al usar prendas características de algunas regiones durante sus sesiones de fotos como un suéter de Chiconcuac, un vestido de china poblana y artesanías como accesorios. Asimismo, disfrutó de comida con unos tacos, por lo que los dueños del restaurante El taquito, ubicado en el centro, presumen que le sirvieron su sazón.
El día que Ana Martin conoció a Marilyn Monroe
Casi por casualidad fue que la actriz Ana Martin conoció a la diva del cine, a quien describió como una persona muy bella. En una sesión de preguntas y respuestas a través de sus redes sociales, Martin aseguró que el encuentro se dio mientras grababa una película en los Estudios Churubusco.
“Si la conocí. Tuve la suerte de estar haciendo una película y ella llegó ahí. Se armó un escándalo con los fotógrafos y ella porque su belleza era inigualable, personalidad, encanto”, aseguró. Sin embargo, solo pudo intercambiar un saludo con ella: “Hola ¿cómo está? Mucho gusto”, le dijo.