El pasado domingo se confirmó la presencia de Rihanna para el show de medio tiempo del próximo Super Bowl, que se llevará acabo en febrero de 2023 en el State Farm Stadium en Glendale, Arizona.
Sin embargo, esta no sería la primera vez que se considera a la estrella pop para participar en una edición del Super Bowl, pues las propuestas datan desde 2018; no obstante, ella rechazó varias de estas ofertas por diversas razones.
¿Por qué Rihanna rechazó anteriormente participar en el Super Bowl?
Se habla de que, en 2018, fue la primera vez que le propusieron a la cantante originaria de Barbados ser parte del half time del Super Bowl; no obstante, en aquella ocasión mencionó que no participaría ya que sus fanáticos ‘se irían sobre ella’ si aceptaba participar en algún acto de tan magnitud antes de publicar nueva música. En aquel entonces le sustituiría Justin Timberlake.
Hacia 2019, Rihanna se sinceró en una entrevista y explicó que la verdadera razón por la que no aceptaba las propuestas que le habían llegado -de nueva cuenta, para 2019 la buscaron- era una muestra de solidaridad con Colin Kaepernick, un jugador de ascendencia afroamericana que protestó contra Dunald Trump al hincar una rodilla en el campo mientras sonaba el himno nacional antes de empezar un partido.
“Por supuesto que rechacé su propuesta. No podía arriesgarme a participar en algo así. ¿Para que gane quién? Desde luego, no mi gente. Simplemente no podía venderme de esa manera”, comentó la cantante a Vanity Fair. Ese mismo año, sería Adam Levine de Maroon 5 quien tomara su lugar.
Agregó a dicho medio que no estaba de acuerdo con la organización de ese momento y no estaría ahí para servirlos. 2020 no fue la excepción y la cantante de ‘Umbrella’ volvió a ser considerada, oferta que, al igual que los años pasados, rechazó.
Ese año se realizó el concierto que reunió en la cancha a Jennifer Lopez y Shakira, en una declaración de intención a favor de la comunidad latina en Estados Unidos.
Para 2021 ocurrió la participación del canadiense The Weeknd, y este año el Super Bowl abrió paso a artistas del género hip hop, en un intento por diversificar el talento en la cancha.