Este 3 de noviembre se habría estrenado en Netflix ¡Que viva México!, cinta de Luis Estrada que, al igual que algunas de sus películas más populares, es una sátira política enfocada en la llamada ‘Cuarta Transformación’ del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, los planes de su estreno tanto en cine como en Netflix se vinieron abajo; a un día de su estreno, comenzó la búsqueda de nuevas distribuidoras ya que ‘rompió’ con la plataforma de streaming, que originalmente financió la cinta, y le compró los derechos.
¿Por qué se canceló el estreno de ‘¡Que viva México!’?
De acuerdo con declaraciones del director de El Infierno (2010), el contrato inicial establecía que a partir de este 3 de noviembre la película se estrenaría en salas de cines nacionales e internacionales para después alojarla en la plataforma a partir del 16 del mismo mes.
“Les compré esos derechos para tenerlos en exclusiva y para no perder el control de la película”, expresó Estrada en entrevista con El País.
“Originalmente había un acuerdo para que la película se estrenara en algunos cines selectos, ya que no podían estrenar en cines comerciales porque era una política inamovible de la empresa”, explicó Luis, quien también dirigió La dictaura perfecta (2014).
A pesar de ello, no descarta que en un futuro la película pueda ser vista en Netflix “una vez que se estrene en los cines que yo consiga de México y el mundo”, destacó el cineasta.
Netflix reafirma postura de Luis Estrada
Por su parte, la plataforma de la ‘N’ roja confirmó que ya no se verá la película en su plataforma, por lo menos en el futuro cercano. Un portavoz de la compañía aseguró que una vez que se produzca el estreno tal cual lo había planeado Estrada, el filme formará parte de su catálogo.
Teniendo un común acuerdo Netflix decidió venderle los derechos de distribución al director para que pueda proyectar la película en cines de las comerciales en México y el mundo antes de abrir paso a las plataformas de streaming.
“Yo soy un dinosaurio del cine que sigue pensando que sus películas tienen que verse de manera colectiva: en una sala obscura con pantalla grande y con gente que coma palomitas. Estoy tratando de defender mi dignidad porque creo en el cine”, finaliza Luis.