Entretenimiento

¿Qué pasó con Keiko?: Historia de la única orca liberada después de vivir en cautiverio

La famosa orca Keiko vivió alrededor de 10 años en México, donde fue parte de las atracciones de Reino Aventura, hoy Six Flags.

Keiko fue la primera y única orca en ser puesta en libertad después de vivir en cautiverio. (WikiCommons)

Una de las películas más emblemáticas para la infancia de miles de millennials es Liberen a Willy, que este 2023 cumplirá 30 años, y donde una de sus protagonistas es una orca de nombre Keiko.

Sin embargo, la historia de Keiko no se resume en su participación para la cinta de Warner Bros.: Keiko ha sido la única orca en ser liberada después de vivir en cautiverio, algo que no resultó como los activistas de los derechos animales esperaban.

El origen de Keiko

Keiko fue una orca macho que capturaron en la bahía de Klettsvik en Vestmannaeyjar, Islandia, cuando tenía apenas dos años y estaba desarrollando sus habilidades de comunicación con otros animales de su especie. Se cree que esto ocurrió alrededor de 1978.

En aquel entonces fue vendida al acuario islandés de Saedyrasfnid, donde duró tres años y convivía con otras orcas.


Posteriormente la trasladaron al parque de Marineland en Ontario Canadá, donde comenzaron a adiestrarla. Sin embargó comenzó a tener problemas en la piel y aleta por falta de movilidad y poco cuidado.

Keiko, ‘la estrella’ en Reino Aventura

Hacia 1985, los canadienses vendieron a Keiko a Reino Aventura, parque de diversiones que ahora es conocido como Six Flags.

De acuerdo con los reportes de los dueños del parque, la orca se alimentaba con 80 a 120 kilos de pescado, además de suplementar su dieta con vitaminas. El equipo que trabajaba con él constaba de cuatro entrenadores, un velador y hasta ocho personas que lo cuidaban.

Keiko era parte de los espectáculos que ofrecía Reino Aventura, y así se mantuvo por 10 años, mismos en los que apareció en algunos programas de televisión, como las telenovelas Quinceañera (1987) durante el capítulo final, y Azul (1996). También en la película Keiko en peligro (1990).


¿Primera oportunidad de liberación?

Cuando su tanque comenzaba a quedarle pequeño, Ken Balcom, director del Centro para la Investigación de las Ballenas del estado de Washington, ofreció a Reino Aventura 3.8 millones de dólares en aquella época.

Su intención de comprar a Keiko era para someterlo a un proceso de readaptación y posterior liberación, pero el parque de diversiones se negó.

Liberen a Willy: Llega la fama internacional de Keiko... y la exigencia de liberación

A inicios de los noventa, productores de Hollywood le propusieron a los dueños de Reino Aventura que la orca ya amaestrada participara en la película Liberen a Willy, misma que fue un éxito en taquilla, por lo que grabó dos secuelas en 1995 y 1997.

No obstante, también comenzaría la presión social para dejar en libertad a Keiko (alias Willy), pues en las cintas de Hollywood se mostraba la liberación del cetáceo y la audiencia en ese entonces creía que era tan fácil como se dejaba ver en el filme.

“Se tardó menos de dos horas de pantalla liberar a Willy, pero la batalla para salvar a Keiko ha persistido desde el inicio de la filmación en 1992 y parece ponerse cada vez más difícil. Ambientalistas, biólogos marinos, sus propios entrenadores y los administradores del parque discuten sobre la mejor manera de ayudarle”, se lee en un artículo de EW de 1993.

Esto incitó a diversas organizaciones a investigar las condiciones en las que vivía Keiko y se dieron cuenta que no eran las adecuadas, pues estaba en un lugar que le quedaba muy pequeño, además de que su alimentación era deficiente y los problemas en la piel aumentaron.

A solo un año del estreno de la película, en noviembre de 1994, se creó la Fundación Liberen a Keiko-Willy, que llegó a recaudar hasta 20 millones de dólares en donaciones.

Operación Liberen a Keiko, iniciada

Tras múltiples peticiones de usuarios y asociaciones, Reino Aventura decidió donar a Keiko a la misma fundación, que se alió con el Oregon Coast Aquarium para crear una especie de centro de rehabilitación, donde el cetáceo experimentó por primera vez en mucho tiempo el agua salada.

Su proceso de recuperación, tanto de las heridas como de salud, fue lento pero seguro. Poco a poco trataron de guiar a Keiko en cosas como aprender a cazar su propio alimento e ignorar barcos humanos para hacerlo cada vez más independiente.

Originalmente se pretendía reincorporarlo al mar en 1998, pero por cuestiones de salud la operación se retrasó. Keiko fue liberado el 11 de julio de 2002 en las costas de Islandia, mismas donde fue capturado 23 años atrás.

Keiko: Su liberación, un final anunciado

Poner en libertad a Keiko después de vivir tanto tiempo en cautiverio y bajo el cuidado de humanos fue una decisión polémica, pues muchos expertos consideraron que, a pesar de su rehabilitación, la orca no era apta para vivir en el mar, ser autosuficiente e incorporarse a alguna manada de su especie puesto que desde muy pequeña vivió en cautiverio y dependió de los humanos.

Y así fue: Pese a que fue puesto en libertad, Keiko no logró integrarse a ningún grupo de orcas; cuando quería ‘socializar’, era rechazado y ‘le hacían el feo’, por lo que siguió buscando afecto y contacto humano, y se acercaba a los barcos que llegaba a ver en el mar.

Los pescadores se sentían molestos ya que, a pesar de no hacer daño, la presencia de la orca ahuyentaba a los peces; incluso, llegaron a haber amenazas de matarla si seguía merodeando los barcos de la costa de Halsa, donde consiguió lo que buscaba: contacto humano.

Tal como lo predijeron algunos expertos, la liberación de Keiko fracasó, por lo que regresó a la bahía de Taknes con sus cuidadores, alejada de las personas y en un estado de ‘semi-libertad’ hasta el momento de su muerte, el 12 de diciembre de 2003.

¿De qué murió Keiko y qué hicieron con él?

La alcaldesa del municipio de Halsa, Margrete Seter y David Phillips, presidente de la fundación, emitieron un comunicado para informar sobre su muerte, que según biólogos, fue por una neumonía cuando tenía aproximadamente 27 años.

Keiko estaba lejos de adaptarse a aguas tan frías como las de la costa donde permaneció hasta su muerte, por lo que su organismo no respondió ante el cambio de temperatura.

“Estaba ligeramente resfriada ayer y cuando los médicos se disponían a examinarla, poco después del atardecer, la hallamos junto al muelle”, se lee en el comunicado.

Tras su muerte, Keiko fue enterrado a las orillas de la bahía noruega de Taknes, pues esta fue una petición especial de la Fundación Liberen a Keiko-Willy.

También lee: