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‘La Sociedad de la Nieve’: ¿Por qué se estrelló el avión en la cordillera de los Andes?

‘La Sociedad de la Nieve’, uno de los recientes estrenos de Netflix, recupera las memorias de varios sobrevivientes del accidente en la cordillera de los Andes.

'La Sociedad de la Nieve' narra la historia de víctimas y sobrevivientes del accidente del avión que se estrelló en la cordillera de los Andes. (Foto: Netflix)

El reciente estreno de La Sociedad de la Nieve, cuya historia está basada en la novela homónima de Pablo Vierci, narra la historia de las víctimas y sobrevivientes de un avión que se estrelló en los Andes en octubre de 1972.

Algunos detalles, como la razón principal del accidente, no se plantean de manera explícita, pero aquí te contamos por qué el avión de la Fuerza Uruguaya en el que viajaban integrantes del equipo de rugby, Club Old Christians, y familiares chocó en la cordillera.

La Sociedad de la Nieve, una nueva adaptación de la tragedia de los Andes

La película de Netflix no es la primera adaptación de la tragedia que vivieron las 45 personas a bordo del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya.

En 1976, René Cardona dirigió la película mexicana Supervivientes de los Andes, entre cuyo reparto destacaron Hugo Stiglitz, Norma Lazareno, Luz María Aguilar y Fernando Larrañaga.

Casi dos décadas después, en 1993, Ethan Hawke protagonizó una nueva adaptación hollywoodense titulada Alive, basada también en una novela del mismo nombre pero escrita por el británico Piers Paul Read.

A diferencia de sus dos antecesoras, La Sociedad de la Nieve estuvo protagonizada por un elenco de origen uruguayo y argentino. Además, algunos de los sobrevivientes, como Roberto Canessa tuvieron la oportunidad de aparecer como ‘cameos’ en la cinta.


¿Qué causó el accidente de los Andes?

El 12 de octubre de 1972 partió de Montevideo, Uruguay, el vuelo 571 con destino a Santiago de Chile, ciudad donde se enfrentarían los Old Christians Club contra los Old Boys Club, un equipo británico.

De las 45 personas que viajaban, 40 de ellos eran pasajeros (19 miembros del equipo de rugby y 21 familiares y amigos); los cinco restantes eran miembros de la tripulación.

Sin embargo, dadas las condiciones climáticas, Julio César Ferradas, piloto al mando del vuelo, decidió hacer una escala en Mendoza, Argentina, donde pasaron la noche. Al día siguiente, reanudaron el viaje pese a que no había una mejora considerable en el clima.

A las 14:30 h del 13 de octubre despegó el avión, sin embargo, cuando comenzaban a sobrevolar los Andes, un banco de espesas nubes dio los primeros problemas a la tripulación.

Las tecnologías aéreas en la década de los setenta eran abismalmente distintas a las actuales, por tanto, la información a la que accedían los pilotos durante los viajes no resultaba tan exacta.

Sin embargo, Ferradas, quien era un piloto experimentado que conocía la cordillera, mantuvo la dirección del avión conforme le indicaban los instrumentos aeronáuticos, puesto que la visibilidad era nula debido a la nubosidad.

De acuerdo con el sitio Britannica, a las 15:21 h, cuando el avión había sobrepasado el paso de Planchón (límite aéreo entre Chile y Argentina), un mal cálculo de Julio César Ferradas le indicó que ya habían superado la cadena montañosa de los Andes.

Sin tener un atisbo de sospecha de que aún sobrevolaban la cordillera, debido a la poca cobertura en el radar, el piloto al mando solicitó permiso al control aéreo para el descenso previo al aterrizaje.

Los controladores dieron su visto bueno para que el avión descendiera a 3 mil 500 metros de altura.

Sin embargo, cuando Ferradas y su tripulación se dieron cuenta de que estaban a poca distancia de las montañas intentaron reaccionaron para ganar altitud y, con ello, librar la cresta de los Andes. Pese a los esfuerzos, el avión chocó contra una de las montañas.

“Estábamos volando desde Mendoza para Santiago, los picos empezaron a verse un poco cerca, cada vez estaban más cerca. Al poco rato empezaron a sentirse sacudones imponentes, los picos cada vez más cerca y la verdad que me empecé a aterrorizar”, relató Eduardo Strauch, uno de los sobrevivientes, en el documental El viaje sin destino.

En ese primer impacto murieron siete personas. Una vez que el avión se detuvo en el que posteriormente sería llamado el Glaciar de las Lágrimas, ubicado a 3 mil 570 metros sobre el nivel del mar.

En entrevista con CNN, Gustavo Zerbino, otro de los sobrevivientes, reveló que tras el choque sintió cómo el líquido del aire acondicionado caía por sus rostro, y agregó que una vez que se incorporó dio un paso hacia atrás y se hundió en la nieve: “me llegaba a media cintura”.

Durante la primera noche tras el accidente, debido a heridas e hipotermia, murieron algunas personas más.

El frío extremo, la falta de comida y de agua, así como otras adversidades mantuvieron al límite a los sobrevivientes.

El 29 de octubre, mientras los sobrevivientes dormían, una avalancha golpeó el fuselaje del avión y lo cubrió casi por completo. Ocho personas más murieron de asfixia.

Solo 16 personas sobrevivieron a los 72 días en los que estuvieron atrapados en la cordillera de los Andes.

Gracias a la expedición que Fernando Parrado, Roberto Canessa y Antonio José ‘Tintín’ (quien tuvo que regresar al fuselaje por una lesión), lograron llegar a un paraje donde se encontraron a un campesino que los ayudó a establecer el primer contacto de rescate.

El 22 de diciembre de 1972, fecha a la que se le nombró ‘Milagro de Navidad’, los sobrevivientes fueron rescatados.

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