“Por favor, no deje pasar al señor. Disculpe, es protocolo”, se le escucha decir a la cantante Belinda, quien se puso un chaleco fosforescente, un cubrebocas y cambió su voz y peinado para pasar desapercibida y hacerle una broma a la banda originaria de Monterrey Kinky en su llegada a la presentación en el festival Pal’ Norte.
Apurados por una entrevista pactada a la cual debían llegar a tiempo, cada uno de los integrantes de Kinky intentó pasar por el control de acceso. Sin embargo, se encontraron con una ‘persona del staff’ a la que no reconocieron. Tras varios intentos, el detector de metal no dejó de sonar por lo que fueron regresados una y otra vez sin poder acceder a las instalaciones.
“¿Monedas, llaves, celulares, algún electrónico?”, les preguntaba una Belinda muy metida en su papel, quien le pidió a los músicos que levantaran las manos, se quitaran sus sombreros y hasta las botas. Debido a los cuidados por la pandemia causada por la COVID-19, incluso les proporcionó gel antibacterial como parte del protocolo.
“No sé qué está pasando, la verdad”, dijo Belinda. Ante ello, los músicos le explicaron que ya los había revisado y no cargaban con nada más. “No se enoje, es protocolo, Es mi trabajo. Imagínese que yo me enojara con usted”, le respondió.
Conforme pasaron los minutos y los integrantes comenzaron a percibirse un poco molestos por la situación, Belinda por fin les reveló su identidad. “Soy Belinda”, se le escucha decir ante la respuesta inmediata y muy natural: “hija de la ch…”.
“Nunca en mi vida me había divertido tanto como hoy”, subió la intérprete de “Bella traición” en sus historias de Instagram, donde compartió el momento y agradeció al festival por apoyar sus locuras. “Perdón por hacerlos enojar”, le dijo a la banda en sus redes sociales.