Los pensamientos suicidas volvieron a la mente de la cantante irlandesa Sinéad O’Connor luego de la muerte hace una semana de su hijo Shane, de 17 años, por lo que fue escoltada por la policía para internarse voluntariamente en un hospital tras una serie de mensajes alarmantes en sus redes sociales.
El pasado 7 de enero su hijo adolescente fue encontrado muerto en el área de Bray de Wicklow después de escapar de un centro donde recibía tratamiento psicológico. El dolor y la pérdida de la intérprete de Nothing compares 2U, de 55 años, es tan grande que ha expresado sentirse culpable por la decisión del menor de edad de quitarse la vida.
“He decidido seguir a mi hijo. No tiene sentido vivir sin él. Todo lo que toco, lo arruino. Solo me quedé por él. Y ahora se ha ido. He destruido a mi familia. Mis hijos no quieren conocerme. Soy una mierda de persona. Y todos ustedes solo piensan que soy buena porque puedo cantar. No lo soy”, escribió en Twitter quien ya había hablado públicamente sobre sus problemas mentales.
En la serie de publicaciones, O’Connor también explicó que se siente perdida con la ausencia de Shane, a quien le dedicó la canción Ride natty ride, de Bob Marley. Además de mensajes en los que afirma que no merece vivir, también confió su sentimiento tras el incidente que terminó con la vida de uno de sus cuatro hijos, producto de su relación con el músico Donal Lunny.
“Lo siento. No debí haber dicho eso. Ahora estoy con la policía de camino al hospital. Lamento haberlos molestado a todos. Estoy perdida sin mi hijo y me odio a mí misma. El hospital ayudará por un tiempo. Pero voy a encontrar a Shane. Esto es solo un retraso”, agregó la cantante.