Tras renunciar a la realeza, en enero de 2020, el príncipe Harry y Meghan Markle se mudaron a Estados Unidos para hacer su vida en familia y esporádicamente regresan al Reino Unido para cumplir con sus compromisos, aunque su defensa expresó al Tribunal Superior de Londres que Harry no se siente seguro de llevar consigo a sus hijos Archie y Lilibet.
Parte de los beneficios que la pareja perdió con su decisión fue la protección policial que era financiada por los contribuyentes con los fondos públicos. Aunque en Estados Unidos contrataron un servicio de seguridad privada, fueron avisados que no podían hacer lo propio en el Reino Unido.
En una audiencia preliminar, su abogada Shaheed Fatima contó las preocupaciones que tienen los duques en viajar acompañados de sus hijos luego de que el año pasado el hijo de la princesa Diana se reuniera con su hermano William para la inauguración de una estatua en honor de su madre en los jardines del Palacio de Kensington, evento tras el cual fue perseguido por algunos fotógrafos, razón por la que en septiembre pasado pidió una revisión judicial de los arreglos en cuanto a su seguridad.
“Este reclamo se trata del hecho de que no se siente seguro cuando está en el Reino Unido dadas las disposiciones de seguridad que se le aplicaron en junio de 2021 y se le seguirán aplicando si decide regresar. Por supuesto, no hace falta decir que quiere volver: ver a familiares, amigos y seguir apoyando a las organizaciones benéficas que están tan cerca de su corazón. Sobre todo, este es, y siempre será, su hogar”, expresó Fatima de acuerdo con The Guardian.
Próximamente se espera un nuevo viaje del Príncipe Harry y Meghan para celebrar el Jubileo de Platino en el marco de los 70 años de mandato de su abuela la Reina Isabel.