Aunque Phil Collins anunció por primera vez su retiro en el año 2011, el fin de semana pasado fue su última presentación en vivo en el escenario de la Arena O2 en Londres junto a la banda Genesis, al lado de Tony Banks, Mike Rutherford y su hijo Nic, quien lo sustituyó en la batería.
Diversos son los problemas de salud por los que el cantante británico ha atravesado durante los últimos años y que lo alejaron de los instrumentos que lo hicieron acreedor de una carrera con la cual vendió más de 100 millones de discos alrededor del mundo.
¿Qué enfermedad padece?
En el año 2009, el intérprete contó que una de sus vértebras del cuello hizo presión en su médula espinal, por lo cual fue sometido a una intervención quirúrgica. En 2015 le repitieron el procedimiento ya que no estaba al cien por ciento y su sistema nervioso se vio comprometido.
A partir de entonces no negó las dolencias en su cuerpo, que le impidieron sostener la batería de acuerdo a una entrevista con BBC Breakfast. “Apenas puedo sostener un palo con esta mano. Así que hay ciertas cosas físicas que se interponen en el camino”, aseguró.
La enfermedad degenerativa le impide mover con libertad los manos y mantenerse en pie, por lo que se ayuda de un bastón. En 2012 fue operado de emergencia luego de pasar por una pancreatitis, que es una inflamación alrededor del órgano y su tejido.
Todo empeoró en 2017 luego de una caída en su habitación de hotel previo a su presentación en el Royal Albert Hall. A la tinnitus (enfermedad del oído) se le suma una diabetes tipo 2, por la cual confesó que ha recibido un tratamiento basado en una cámara hiperbárica por un absceso en el pie. En su biografía apuntó que tras su tercer divorcio se dedicó a beber vino.