El matrimonio de Will Smith y Jada Pinkett ha protagonizado diversos escándalos, entre los que se incluyen declaraciones sobre infidelidad, falta de compromiso e incluso el hecho de que Jada no quería casarse con Will, según dijo la actriz en 2018 en sentencias que fueron retomadas recientemente.
Esto último sucedió durante el programa de Facebook Red Table Talk, protagonizado por la actriz de Matrix, aunque ella no fue la única que habló en esa ocasión. Su esposo estaba ahí presente, y aprovechó para contar una anécdota sobre cómo impuso la regla de omitir ofensas y violencia entre ellos.
De acuerdo con Page Six, la pareja de recién casados había asistido a una fiesta donde todo parecía relativamente tranquilo, hasta que hubo un momento donde Pinkett se dirigió a Smith y le dijo “¡Cierra la boca!” frente a 20 invitados, quienes miraron atónitos la escena.
¿Qué hizo Will Smith con eso?
“Agarré un periódico y dije, ‘¡pum!’” mencionó el ganador del Oscar a Mejor Actor mientras imitaba golpear a la estrella de Girls Trip en la cabeza. Más tarde, le pidió a su esposa hablar con ella en otra habitación para compartirle una anécdota que lo marcó y, con ello, hacerle una propuesta.
“Fuimos a la otra habitación y dije: ‘Jada, las cosas están así: crecí en un hogar donde vi a mi padre golpear a mi madre en la cara, y no crearé una casa, un espacio, una relación con una persona donde hay malas palabras y violencia’”, expresó el actor de Soy Leyenda.
“‘Si tienes que hablarme así, no podemos estar juntos. No vamos a utilizar ninguna grosería en nuestra relación. No vamos a levantar la voz. No vamos a ser violentos. No puedo hacerlo’”, sentenció Smith.
El semblante de su esposa fue de sorpresa; después de eso, ella le preguntó si de verdad la dejaría por hablarle con groserías. “Yo estaba como, ‘¡Sí, lo acabo de hacer! ¡No estamos diciendo groserías!”, relató. “Sus ojos se llenaron de lágrimas, y ella dijo, ‘Está bien’”.
Como resultado de aquella conversación, Will Smith confesó que no hubo un momento en el que tuvieran que recurrir a alzar la voz o faltarse al respeto verbal y físicamente durante los últimos 20 años (tomando en cuenta que las declaraciones las hicieron en 2018).