El capítulo entre Johnny Depp y Amber Heard no ha terminado, pues la actriz de Aquaman solicitó que se anule el veredicto que benefició al actor de Piratas del Caribe y por el cual debe pagar 10.3 millones de dólares; sin embargo, un juez también ordenó que Depp pague 38 mil dólares a la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) por las pruebas que usó para ganar el mediático juicio por difamación.
La organización originalmente pidió poco más de 86 mil dólares como el pago de honorarios por la búsqueda de alrededor de mil 900 documentos a lo largo de seis años al argumentar que para ellos fue un “gasto considerable usado en responder a las onerosas citaciones presentadas por el señor Depp de una acción subyacente en la que ni la ACLU ni ninguno de sus empleados son partes”, decía un documento obtenido por Law & Crime.
De acuerdo con Newsweek, el juez de la Corte Suprema de Manhattan, Arthur Engoron, estipuló la cifra a pagar el pasado viernes. Jessica Meyers, una de las abogadas del histrión, afirmó que el equipo legal consideró la cantidad como ‘exhorbitante’. Mientras tanto, el actor no se ha pronunciado al respecto y ya está en París para filmar su próximo proyecto cinematográfico después de sus días en la corte.
¿Cuál fue el papel de la ACLU en el juicio?
Además de la investigación, por medio de una grabación, su director de operaciones, Terence Dougherty, testificó sobre el monto que ha recibido de Heard, que tendía que ser de 3.5 millones de dólares tras un acuerdo de divorcio que prometió donar.
Dougherty aseguró que a cuenta solamente se pagaron 1.3 millones de dólares, aunque ella afirmó públicamente que había completado el pago. Es por ello que reveló las cantidades: ella pagó directamente solamente 350 mil dólares.
La cifra se completa con 100 mil dólares pagados por Depp (al ser consultada, explicó que eran parte de su donación), 500 mil dólares a través de un fondo Vanguard asesorado por donantes y otros 350 mil de donantes en Fidelity. El declarante afirmó creer que al menos 500 mil dólares provinieron de la cartera del empresario Elon Musk, expareja de Heard.