La cantante Shakira no solamente debe separarse en buenos términos del futbolista Gerard Piqué, con quien convivió casi doce años y tiene dos hijos en común, sino que también busca demostrar su inocencia ante la Fiscalía en España al ser acusada por fraude fiscal en un periodo entre 2012 y 2014, por lo que tras reuniones de su equipo legal rechazó la última oferta del ministerio previo a ir a juicio.
Aunque la posibilidad de llegar a un acuerdo sigue en puerta -en donde se negociaba una rebaja de la condena de la que puede encontrarse culpable-, la intérprete de ‘Waka Waka’ decidió demostrar que no pasó más de 183 días en España, requisito para que un ciudadano se convierta en residente fiscal, y que entonces su hogar eran las Bahamas.
Shakira ya pagó a Hacienda los 14.7 millones de dólares de los que se le acusa, además de un monto por intereses, por lo que en un comunicado aseguró que ya no existe una deuda pendiente.
Una persecución encarnizada, asegura Shakira
Por medio de su agencia de comunicación, vía El País, la colombiana manifestó que quiere “dejar el tema en manos de la ley, con la tranquilidad y la confianza de que la justicia le dará la razón” ya que el proceso en su totalidad constituye un total atropello en sus derechos.
“La Fiscalía ha recurrido a medios indebidos para presionar tal como hacen a diario e injustamente con miles de contribuyentes con fines lucrativos”, expresó. En el escrito, argumenta que siempre ha demostrado “una conducta impecable, como persona y contribuyente, y una plena disposición a solventar cualquier diferencia desde el primer momento, incluso antes del proceso penal”.
Al considerar a la Fiscalía de intransigente, es que declinó un acuerdo contrario a sus intereses. “La cantante confía plenamente en su inocencia y no acepta una conformidad. Jamás se había encontrado una persecución con tal falta de razonabilidad y tan encarnizada por parte del fisco”, agrega al señalar que no cuentan con pruebas directas o criterios razonables para juzgarla.