En 2002 las reinas se encontraron. Por un lado estaba Madonna, con una carrera consolidada en la industria musical, específicamente en el pop. Del otro la reina Isabel II, la monarca más longeva del trono en el Reino Unido, quien murió el 8 de septiembre a los 96 años.
La reunión ocurrió en el Royal Albert Hall en el estreno de la película 007: Otro día para morir, donde la cantante participó como parte del soundtrack con la canción ‘Day another day’, además de realizar un pequeño cameo bajo la dirección de Lee Tamahori.
La monarca más importante de la actualidad y la historia moderna, la Reina Isabel II, ha muerto a los 96 años de edad, y permaneció en el trono por 70 años. Aquí una foto de cuando conoció a la Reina del Pop #Madonna en Noviembre de 2002 👑👑👑 #GodSaveTheQueen #Queen pic.twitter.com/aWqvioSKio
— Johnny Madder (@JohnnyMadder) September 8, 2022
¿Cómo fue el encuentro entre Madonna y la reina Isabel II?
Desde antes del arribo de la líder de la familia real al recinto, Madonna ya se veía nerviosa. Sabía que estaría en la fila de quienes saludarían a Elizabeth II, por lo que ensayó las reverencias que ofrecería para no pasar ningún tipo de vergüenza. El protocolo indicaba que la reina debía saludar a los actores del elenco.
Incluso algunas fotografías tomadas ese día la registran con una gesticulación apretando los dientes, que dejaba entrever lo que sentía. Sin embargo, las cosas no resultaron como ella esperaba cuando el tiempo de verse las caras por fin llegó, ya que pese a su emoción su magestad no la reconoció.
Cuando la soberana se detuvo ante la intérprete de ‘Like a virgin’, solo sonrió para preguntarle: “¿Quién es usted?”. El incómodo momento quedó en la historia ante la reacción de la estadounidense que soltó una risa inquieta tras el desconcierto.
La reina conocía la franquicia de James Bond, que ese mismo año celebró su 40 aniversario, pero no a la artista, quien lució un elegante chongo y un vestido en color negro. Cuando el personal que la acompañaba le explicó sobre su trayectoria, recibió una respuesta incrédula: “¿En serio?”.