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Maisie Williams, actriz de ‘Game of Thrones’, revela su traumática infancia con su padre

La británica, que obtuvo popularidad como Arya Stark, contó las razones por las que no podía ser libremente feliz cuando era una niña y lo comparó con pertenecer a una secta infantil.

Maisie Williams contó la traumática relación que vivió con su padre cuando tenía 8 años (Foto: Instagram @maisie_williams)

Cuando era una niña, la actriz Maisie Williams se ganó el cariño del público al interpretar al personaje de Arya Stark en la exitosa serie Game of Thrones, pero entonces también vivía una traumática situación en casa que le quitaba el sueño y era generada por la relación que tenía con su padre.

Entre lágrimas, Williams recordó esa parte de su vida justo antes de los ocho años. “Consumió gran parte de mi infancia. Desde que tengo memoria he tenido muchas dificultades para dormir. Creo que muchas de las cosas que sucedían no me daba cuenta de que estaban mal. Pero lo sabía, de algún modo. Miraba a otros niños y me decía: ‘¿por qué no parecen entender este dolor o este miedo?, ¿dónde está la alegría, cuándo llega?’”, le dijo al podcast The Diary Of An CEO.

¿Cuál fue la relación de Maisie Williams con su padre?

La actriz, hoy de 25 años, contó que en ese tiempo creía todo el tiempo que podría pasar algo malo, razón por la que siempre estaba preocupada. “Tenía esa sensación y no sabía cómo hacerla desaparecer”.

Sin embargo, todo cambió cuando una maestra le hizo las preguntas correctas en la escuela luego de llevarla a la sala de profesores para preguntarle si tenía hambre y si normalmente desayunaba.

“Se produjeron una serie de acontecimientos bastante complejos, pero básicamente había llegado a su punto álgido. Yo estaba en la escuela y tenía muchas dificultades. Ese día mi mamá vino a la escuela y me recogió, era la primera vez que todas las puertas estaban abiertas y todas estas cosas que estábamos viviendo estaban sobre la mesa”.

A su experiencia la comparó con la de una secta infantil, a la que al principio se resistió y comenzó a cuestionarse qué puede pasar para que alguien maltrate a sus propios hijos. “En cierto modo me adoctrinaron, creo que por eso estoy obsesionada con las sectas porque lo entiendo... Estuve en una secta infantil en contra de mi madre”.

Finalmente, la joven británica se dio cuenta que nada de eso era su culpa. “Pensaba que había algo inherentemente malo en mí y que es por eso que serías maltratado. Después estaba contenta de no tener que verlo más, aunque eso iba en contra de todo lo que había conocido. Puedes sentirte libre y, al mismo tiempo, esa condena inminente sigue ahí”.

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