La conductora Ingrid Coronado decidió hablar públicamente sobre varios temas de su vida personal, como su relación con Fernando del Solar, quien falleció el pasado 30 de junio; “es la primera y última vez”, comentó en el programa de YouTube de Yordi Rosado.
“A mí me han atacado y me han dicho que soy la persona más mala del mundo, soy más tonta que mala, si hay algo que pudiera reprocharme es haber sido tan tonta... Yo no soy mala persona, tengo un buen corazón, por las personas que amo soy capaz de dar la vida y lo he demostrado”, relató durante la entrevista.
¿Cómo se conocieron Ingrid Coronado y Fernando del Solar?
La pareja se conoció en el programa Sexos en guerra (2002), cuando ella era conductora e hicieron casting Fernando del Solar y Charly López (su expareja); “yo elegí a Fernando, honestamente lo hizo mejor”, explica.
Luego, cuando lo ofrecieron hacer un programa matutino, buscó a Fernando y así nació Venga La Alegría. Al inicio eran amigos, incluso ella le presentó a Maggie Hegyi para jugar el papel de ‘Cupido’, pero eso no se dio.
Pasaron ocho años, Fernando estaba a punto de casarse y decidió que no quería hacerlo, canceló la boda. Lo mantuvo en silencio, aunque pensó en irse solo a la ‘luna de miel’; “yo era su paño de lágrimas y él era el mío, éramos amigos”.
El ‘flechazo’ de Ingrid y Fernando
Mientras pasaba esa situación, un día él la invitó a acompañarla a una boda de un amigo porque no quería ir solo: “en la boda fue el flechazo”, describe Ingrid, “la gente decía que parecíamos más los novios que los que se estaban casando.... Decidí declararle mi amor”.
Así que al calor de las copas ella le dijo: “tú eres todo lo que yo había estado esperando en mi vida, quiero todo contigo”.
Él se fue de viaje (que inicialmente era la ‘luna de miel’) y al regresar la buscó para platicar. Ahí decidieron iniciar una relación; “empezamos a andar a escondidas porque él no había dicho que ya no se iba a casar”.
Al poco tiempo, fueron a Nueva York a comprar vestuario y a los 15 días de empezar a andar se embarazaron: “yo no sé si teníamos intervenidos los teléfonos, nos estaban siguiendo, no sé... no le había dicho ni a mis papás y de pronto sale una portada de revista: ‘Ingrid embarazada de Fernando’”.
“Empezaron a acusarme de un crimen que no había cometido: que me había metido en su matrimonio... que no se casó por mí... Yo decidí nuevamente ponerme con el pecho hacia las balas y no vi mal que él no saliera a defenderme, a decir que las cosas no fueron así”.
Cinco años después, en una entrevista él confesó que su error fue no defenderla: “¿cómo estaba mi amor propio que me enamoré de un hombre que no me defendió y no me cuidó?... Yo creía que así era el amor, no me daba cuenta de que no me estaba amando a mí y que no se puede amar si no te amas a ti”.
Se casaron en una ceremonia en casa, “fue de cuento de hadas”. Al regresar de la luna de miel comentó que sentía un dolor, “como un hueso de pollo atorado”. Al ir al médico lo diagnosticaron con linfoma de Hodgkin, el cual le había provocado un tumor. Había pasado un mes desde la boda y el bebé tenía ocho meses de nacido.
“Había mucho amor entre nosotros, pensamos que esa experiencia nos iba a fortalecer como pareja”, relata Ingrid.
Los problemas iniciaron cuando él le dijo que ya no se iba a hacer las quimioterapias porque se sentía muy mal, lo cual lo hizo sentir peor, “el hecho de saber que le dolía, que se sentía mal, a mí me dolía”.
Su relación terminó en medio de las tensiones por esa enfermedad: “Me dijo ‘quiero el divorcio, por tu culpa tengo cáncer, ya les dije a los niños que ya no voy a vivir con ellos y ya me voy’ y agarró sus cosas y se fue”.