En enero de 2020 Meghan Markle y Harry decidieron mudarse del Reino Unido, por lo que contaron cómo es que la información llegó a la prensa en la segunda parte de su docuserie Harry & Meghan, disponible a partir del 15 de diciembre en el catálogo de Netflix, además de algunas revelaciones sobre la reacción de la familia real.
A lo largo de su historia, los miembros de la corona han filtrado información para anular una versión negativa sobre ellos, algo que apunta a cuando ellos manifestaron que querían vivir en Canadá, ya que el rey Carlos les pidió fuera por escrito. “En uno de esos (correos electrónicos), mencioné que, si esto no iba a funcionar, estaríamos dispuestos a renunciar a nuestros títulos de Sussex si fuera necesario”, dijo Harry vía Page Six.
“Quedó claro que la institución filtró el hecho de que íbamos a regresar a Canadá, y la pieza clave de esa historia que me hizo saber que el contenido de la carta entre mi padre y yo se había filtrado fue que estábamos dispuestos renunciar a nuestros títulos de Sussex. Ese fue el obsequio”.
La reunión de Harry con la familia real
Aunque tras el tema mediático el príncipe Harry solicitó una reunión, fue rechazada y se efectuó en la casa de campo en Sandringham de la reina Isabel II cuando Markle dejó la ciudad.
“Fue aterrador que mi hermano me gritara y gritara y que mi padre dijera cosas que no eran ciertas y que mi abuela se sentara allí en silencio y lo asimilara todo”, apuntó Harry. “La parte más triste fue la brecha que creó entre mi hermano y yo”, añadió.
Asimismo, contó lo que pasó cuando subió al automóvil después de la tensa plática tras renunciar a la corona. “Me dijeron que se había publicado una declaración conjunta a mi nombre y el de mi hermano que aplastaba la historia de que él nos estaba acosando y sacándonos de la familia.
“No podía creerlo. Nadie me había pedido permiso para poner mi nombre en una declaración como esa. Y llamé a Meghan y se lo dije y se echó a llorar. Porque en cuatro horas, estaban felices de mentir para proteger a mi hermano y, sin embargo, durante tres años nunca estuvieron dispuestos a decir la verdad para protegernos”, refirió vía Variety.
El protagonismo, uno de los problemas
Aunque Harry manifestó que hizo las pases con “el hecho de que probablemente nunca obtendremos una rendición de cuentas genuina o una disculpa genuina”, fue una amiga de la pareja, Lucy Fraser, que se animó a argumentar que el interior del palacio se vio amenazado por lo populares que eran Harry y Meghan.
“El problema es cuando alguien que se casa, que debería ser un acto de apoyo, se roba el protagonismo o hace el trabajo mejor que la persona que nació para hacer esto. Eso molesta a la gente, cambia el equilibrio”, indicó Harry.