Ricardo O’Farrill aseguró que fue internado en contra de su voluntad en una clínica de rehabilitación en la que denunció que fue maltratado luego de unas transmisiones en vivo en donde habló de otros comediantes.
Después de reaparecer públicamente y promocionar colecciones de una tienda de ropa, el standupero decidió raparse, por lo que invitó a sus seguidores a un restaurante ubicado en la colonia Condesa.
Lució varios looks, porque el proceso fue grabado de a poco hasta que se despojó de toda su cabellera. O’Farrill explicó por qué lo hacía, en parte por uno de sus compañeros a quien le prohibieron hacerlo para cerrar un ciclo argumentando que dañaba su imagen.
“Yo lo estaba haciendo por Lalo y por ayudar a la causa y ahora se está convirtiendo en algo catártico porque lo estoy sintiendo por completo al igual que como sentí cómo me golpearon en el corazón varias personas, varias amistades”.
Asimismo, el comediante reveló que no pudo recibir llamadas luego de 10 días en la clínica y visitas hasta la tercera semana, por lo que lo privaron del contacto con cualquier persona en el exterior.
Cuando iban a hacer su transferencia es que relató que “salgo, me siento vivo, me siento tranquilo, se me va esta depresión” antes de escaparse a escondidas a un hotel en la Roma “para al día siguiente poder ejercer el uso de mi libertad”.
Ricardo O’Farrill dice que lo han amenazado de muerte
Aunque expresó que además de contratar un equipo de seguridad su forma de sentirse seguro es “que vean que no les oculto nada” luego de recibir amenazas de muerte, reveló lo que sucedió luego de que se cortaran de improviso sus videos.
“Había incluso gente, familiares, intentando convencer a Hugo, mi chofer, de que vendiera mis camionetas, que vendiera mis cuadros para poder pagar la clínica porque no tenían acceso a mi cuenta. Entonces lo que estaban haciendo era querer mermar otra cuenta”.
O’Farrill dijo que entonces él estaba siendo maltratado. “En el transporte me convulsioné dos veces. Pedí que parara por piedad y no paramos (…) se venían burlando de mí. Uno me chasqueaba en el oído, me cacheteaba como para provocarme y después me hacía cariñitos, como para provocarme de igual manera”, agregó.