La hija menor de Bruce Willis con Demi Moore, Tallulah Willis, se sinceró sobre cómo afronta la demencia frontotemporal del actor, cuyos síntomas al principio confundió al grado de llegar a pensar que su falta de atención era hacia ella.
“He sabido que algo andaba mal durante mucho tiempo. Comenzó con una especie de falta de respuesta vaga, que la familia atribuyó a la pérdida auditiva de Hollywood”, escribió en un artículo de Vogue.
La joven de 29 años se refiere a su padre en distintos tiempos verbales. “Sigo saltando entre el presente y el pasado cuando hablo de Bruce: él es, él era, él es, él era. Eso es porque tengo esperanzas en mi padre que me resisto a dejar ir”.
En medio de las enfermedades que ella misma vivió -anorexia nerviosa, depresión o TDAH-, Bruce luchaba silenciosamente mientras se le realizaban estudios cognitivos ante la falta de diagnóstico.
“Sé que se avecinan pruebas, que este es el comienzo del dolor, pero todo eso de amarte a ti mismo antes de poder amar a alguien más, es real”.
Así afronta la hija de Bruce Willis su diagnóstico
Tallulah se tomó “como algo personal” los problemas que comenzaba a tener Willis y explica que la razón fue que tuvo más bebés con su nueva esposa Emma Heming Willis.
“Pensé que había perdido interés en mí. Aunque esto no podría haber estado más lejos de la verdad, mi cerebro adolescente se torturó con algunas matemáticas defectuosas: no soy lo suficientemente hermosa para mi madre, no soy lo suficientemente interesante para mi padre”.
Su forma de enfrentar la situación no la enorgullece, pues admite que su declive en los últimos años los ha tomado con evasión y negación. Sin embargo, contó un momento en el que se sintió devastada: la boda de Martha’s Vineyard en el verano de 2021.
“El padre de la novia pronunció un discurso conmovedor. De repente me di cuenta de que nunca llegaría a ese momento, mi papá hablando de mí en mi edad adulta en mi boda. Fue devastador. Dejé la mesa del comedor, salí y lloré entre los arbustos”.
Ahora sostiene su mano como una “arqueóloga” que busca tesoros en cosas a las que antes no les prestaba tanta atención. “Cada vez que voy a su casa tomo toneladas de fotos de lo que veo, el estado de las cosas (…) Tengo todos sus mensajes de voz guardados en un disco duro. Encuentro que estoy tratando de documentar, de construir un registro para el día en que él no esté allí para recordarlo a él y a nosotros”.