La repentina muerte de Julián Figueroa a los 27 años ha sido complicada de asimilar para la familia del cantante, incluyendo a su hijo José Julián de seis años, quien incluso ha pensado que su papá lo dejó solo, de acuerdo con su mamá, Imelda Garza Tuñón.
En declaraciones hechas para De Primera Mano, la joven cantante explicó que, durante las primeras semanas de su duelo, el pequeño estaba molesto, pues sentía que su papá lo había abandonado. Debido a esto, ‘Ime’ buscó explicarle de la forma más clara posible a su hijo que esto no era cierto.
“Primero estaba enojado porque sentía que su papá lo había abandonado. Yo lo que hice fue decirle la verdad: ‘La gente muere, mi amor, tu papá no te abandonó'”, aseguró.
Julián Figueroa quería ver crecer a su hijo: Imelda Tuñón
De igual forma, la viuda de Julián Figueroa dijo haberle compartido a su hijo que, contrario a lo que él creía, su papá sentía mucha ilusión por verlo crecer y compartir distintas etapas de su vida con él.
“(Le dije) él quería estar contigo toda tu vida, él hablaba de cuando tú fueras grande, de que te iba a llevar a tomar tu primera cerveza, que te iba a llevar a ver la NFL, o sea, él tenía muchas esperanzas de vivir contigo, muchas experiencias y trágicamente pues, murió”, señaló ‘Ime’ a su hijo, al que está tratando de explicar ampliamente todo lo relacionado con la muerte de su papá.
“Le estoy dando todo el amor que puedo (a mi hijo), lo estoy sacando adelante, todas las preguntas que él me ha hecho acerca de lo que pasó con su papá, de su fallecimiento, se las he contestado”, dijo.
Imelda Tuñón tampoco ha asimilado la muerte de Julián Figueroa
En la misma conversación, la viuda de Julián Figueroa compartió que para ella también ha sido un proceso complicado, pues hay ocasiones en las que quisiera mostrarle cosas que ellos entenderían, pero ya no puede.
“Julián me deja un hueco muy grande, o sea, compartíamos demasiadas cosas... no sé, hay veces que todavía no lo asimilo; estoy viendo un meme de humor negro, que nos encantaba el humor negro, y se lo quiero mandar y luego recuerdo que no se lo puedo mandar, que nunca lo va a ver. Me da una contradicción muy fuerte en mi cabeza, porque ya no lo voy a ver”, señaló.