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¿Qué pasó entre la protagonista de ‘Yo soy Betty, la Fea’ y su exmarido, también actor de la telenovela?

Ana María Orozco dio vida a Beatriz Pinzón, quien estaba enamorada de Don Armando, aunque en la vida real la actriz estaba casada con otro integrante del elenco.

Los actores Ana María Orozco y Julián Arango se divorciaron durante las grabaciones de la telenovela 'Yo soy Betty la fea'. (Foto: YouTube Canal RCN)

Ahora que una plataforma de streaming anunció la secuela de la popular telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea a más de dos décadas de su estreno, recordamos la historia de amor de sus protagonistas Beatriz Pinzón y Don Armando.

Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello tenían una buena relación de amistad previo al proyecto, ya que el actor fue su padrino de bodas con otro de los integrantes del elenco: Julián Arango, quien interpretó a Hugo Lombardi, un diseñador homosexual de la empresa Ecomoda con el que Betty no tenía una buena relación.

El divorcio de Ana María Orozco y Julián Arango

La creación de Fernando Gaitán -que incluso ganó el Récord Guinness en 2010-, y que ha sido emitida en más de 180 países, doblada a 25 idiomas con al menos 28 adaptaciones, como la mexicana de Angélica Vale y Jaime Camil, tenía una pareja en la vida real.

Orozco y Arango se conocieron en 1995 durante las grabaciones de Tiempos difíciles. Sin embargo, su amor se consolidó al compartir set en Perro amor (1998), por lo que se casaron en 1999, mismo año en que se estrenó el melodrama que vuelve en Amazon Prime. Su relación de pareja duró menos de un año, ya que se separaron en el 2000, pero aún tenían que verse en su trabajo.

Aunque se especuló una supuesta infidelidad de Ana María con un fotógrafo, Julián lo negó y contó que una de las razones detrás del divorcio fue una falta de compatibilidad en sus llamados. “Ella no salía del estudio cuando me tocaba a mí. Nos fuimos alejando con el paso del tiempo”, argumentó en una entrevista.

Se dijo que luego de la ruptura se comenzaron a vivir momentos incómodos y tensos, ya que además de tener escenas juntos, en algunas él debía insultarla. “Yo tenía un personaje y lo hacía. No tenía que interferir en mi vida (…) no tenía nada que ver que Hugo tuviera que decirle algo a Betty. Son dos cosas distintas”, agregó.

Detrás de las pantallas, Arango incluso pensó en renunciar, por lo que fue más emotivo para ellos cuando en la historia ella lo convence de no dejar su puesto al finalizar un importante desfile.

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