Sasha Montenegro fue considerada la gran vedette italiana. Y en México, donde fue famosa en la década de los 70 y filmo numerosas películas, la llamaron ‘La reina del cine mexicano’.
Hija de padres yugoslavos, nació el 20 de enero de 1946 en Bari (en la costa del mar Adriático, Italia). Sin ser dueña de una gran voz ni tampoco una gran actriz, Alejandra Asimovic Popovic —ese era su nombre real— empezó su carrera artística a los 23 años y llegó a convertirse en una de las figuras más presentes de la escena mexicana.
Su fallecimiento en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, a los 78 años años, sorprendió a la prensa mexicana que se despidió de ella como ‘la gran vedette’.
‘Muchacha’ italiana llega a México
Sasha aterrizó en México en la década de los 70. Cuando estudiaba la carrera de periodismo en la provincia de Mendoza, Argentina, fue detenida por militares y policías del régimen del dictador Juan Carlos Onganía, quien había iniciado la persecución de los habitantes, en su mayoría estudiantes.
La situación de vulnerabilidad en el país argentino obligó a Sasha a mudarse a Nueva York. Durante su viaje, la joven mujer decidió explorar ‘tierras mexicanas’, donde por un ‘error’ fue presentada como una ‘famosa actriz argentina’.
Los primeros pasos de Sasha en el escenario los dio en la novela Un sueño de amor, producida por Rubén Galindo en 1972. Ahí conocería a José José y Verónica Castro. En 1973, debutó en Santo contra los asesinos de otros mundos y Santo contra la magia negra.
A partir de entonces, la actriz sería solicitada por los principales productores mexicanos y protagonizaría comedias y dramas en una carrera imparable.
¿Cuándo se casó López Portillo con Sasha Montenegro?
Tras una larga carrera en el cine, Sasha conocería a su esposo y ex presidente de México, José López Portillo (1920-2004). El romance entre ambos comenzó en el lugar y tiempo adecuados. Ella vivía un momento de fama. Él se encontraba disfrutando del fin de su sexenio presidencial. El encaje no podía ser más perfecto.
Montenegro y Portillo iniciaron en la clandestinidad, pues el político se encontraba casado con Carmen Romano: una historia como tantas otras aderezada con pinceladas de traición.