Pål Enger falleció a los 57 años en Oslo, capital de Noruega. Recordemos que el futbolista se convirtió en un célebre ladrón de arte internacionalmente reconocido por hurtar la obra ‘El grito’, de Edvard Munch, en 1994.
De acuerdo con Tina Wulf, jefa de prensa del club de fútbol Vålerenga, Enger murió el sábado por la noche. Además de detallar que el también exjugador del club, Pål Enger, estuvo en contacto con el equipo a principios del verano.
Las circunstancias que rodean la muerte de Pål Enger no se han hecho públicas.
Pål Enger y el robo de ‘El Grito’
Enger cumplió su primera condena en prisión a los 19 años, después se dedicó a incrementar su largo historial de robos de arte y joyas. En 1988 robó la pintura ‘Amor y dolor’ que se encontraba en el Museo Munch, en Oslo.
Su más grande atracó se realizó el 12 de febrero de 1994, día de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Lillehammer, Noruega. Ese día, Enger hurtó ‘El grito’, pintura que se ubicaba en la Galería Nacional.
En el robo duró 50 segundos y quedó registrado en video por una cámara de seguridad; las imágenes mostraron a dos hombres en una escalera, uno de ellos rompe una ventana y después, ambos salen con una obra valuada en 55 millones de dólares. Enger dejó una nota que decía “Gracias por la falta de seguridad”.
La noticia llegó a los titulares de todo el mundo y, tras su captura, Enger se convirtió en una celebridad nacional; se realizaron entrevistas, un seguimiento mediático de su juicio, series y varios documentales, como el titulado El hombre que robó el grito, en 2023.
Pål Enger confesó que escondió la pintura en un compartimento secreto ubicado en una mesa de la sala de estar en la casa de su familia y la obra de arte pudo ser recuperada intacta.
¿Qué pasó con Pål Enger?
El ladrón de arte fue condenado en repetidas ocasiones por robo de arte y otros hurtos, así como delitos de drogas; su carrera como ladrón profesional atrajo la atención de los medios de comunicación.
Su personalidad siempre lo acompaño dentro y fuera de cárcel, incluso, atormentaba a la policía apareciendo en exclusivos restaurantes frecuentados por celebridades o concediendo entrevistas en televisión y periódicos, como sucedió en 1999, cuando se escapó de una prisión de mínima seguridad.
Durante una estancia en prisión en 2007 comenzó a pintarse a sí mismo, luego animales y después motivos abstractos; debutó como artista profesional en 2011 con una serie de pinturas abstractas expuestas en una galería noruega.
Pål Enger no dejó de robar y las acusaciones en su contra se extendieron hasta el 2015, cuando fue señalado por un atraco de 17 pinturas de una galería en el centro de Oslo; fue el principal sospechoso debido a que se encontró billetera y su tarjeta de identificación en el lugar.
Pål Enger y el futbol
Su exabogado Nils Christian Nordhus, citado por Dagbladet, describió a Enger como un ladrón “caballeroso” al que “muchos echarán de menos”.
“Mucha gente se pregunta qué tan bueno podría haber sido Pål Enger como futbolista si se hubiera apegado a una carrera”, dijo el gerente general de Vålerenga Fotball, Svein Graff, y agregó que Enger le había respondido que no era el mejor jugador de fútbol, pero que era el mejor criminal, por lo que había elegido seguir ese camino.