“Las fugas se dan fugándose”, así explicó la evasión de un reo el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena.
El pasado 13 de agosto, cuando no habían pasado ni dos meses después de una riña que dejó seis muertos, una persona se fugó de las instalaciones del Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET).
El funcionario fue cuestionado acerca del avance de las investigaciones para determinar cómo se dio el escape a plena luz del día. “Como es una fuga, fugándose, las fugas se dan fugándose, no creo que haya volado, alas no tenía”, expresó.
Indicó que la Fiscalía General del Estado (FGE) está investigando lo que pasó. Se sabe que el reo de nombre Manrique Alejandro ‘N’, se dedicaba a vender pozol (una bebida típica) al interior del reclusorio.
Presuntamente habría aprovechado que los celadores se encontraban surtiendo mercancía que se comercializa al interior de la cárcel, para escabullirse. Desde entonces no se sabe nada de él.
Datos del secretatariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, apuntan a que de enero a julio se iniciaron tres carpetas de investigación en Tabasco por el delito de evasión de presos, es decir, por presuntas fugas.
El pasado 22 de junio una pelea entre grupos antagónicos, según la versión de las autoridades, dejó al menos seis muertos y 14 heridos, por lo que elementos estatales y federales tuvieron que intervenir para recuperar el orden, sin que hasta la fecha se haya esclarecido lo ocurrido.
En ese entonces se le preguntó sobre cómo pudo ser decapitada una de las víctimas, cuando se supone hay vigilancia permanente por parte de las autoridades para evitar el ingreso de armas.
“-¿Cómo se da que en un penal una persona quede sin cabeza?, ¿De qué manera se puede llegar a esto?”, inquirió un reportero. “Pues arrancándola”, se limitó a decir Bermúdez Requena.