Michoacán.- A partir del primero de octubre se pondrá un alto al derroche de recursos públicos, corrupción y abuso de poder, afirmó el gobernador electo Alfredo Ramírez Bedolla.
“Michoacán está en quiebra técnica, el Gobierno del Estado tiene un boquete financiero cercano a los 50 mil millones de pesos; 21 mil millones en deuda pública bancaria, 13 mil millones en déficit presupuestal, y el resto en adeudos a terceros institucionales, por ejemplo, 4 mil 800 millones de adeudo con el ISSSTE, mil 580 millones con el IMSS, y 500 millones a pensiones civiles, por mencionar algunos”, aseguró.
En conferencia de prensa, Ramírez Bedolla informó que durante su administración los funcionarios y dependencias estarán obligados a seguir lineamientos orientados a tener un gobierno menos costoso y más eficaz.
Dijo que optimizar, compactar y eficientar estructuras de gobierno serán prioridad y que desaparecerá la figura de asesor en todas las dependencias y las 15 jefaturas regionales que creó Silvano Aureoles con nivel de subsecretario.
Además de que no habrá personal asignado a relaciones públicas o diseño de imagen personal, ni contratos eventuales para la atención personal de funcionarios.
Puntualizó que el Centro de Convenciones y Exposiciones (Ceconexpo) de Morelia asumirá la gestión y operación de los salones de Casa de Gobierno, instalaciones del Recinto Ferial, Inmuebles de la Compañía Inmobiliaria, y de Fomento Turístico de Michoacán.
Reiteró que no habrá disposición de helicópteros por parte del gobernador y sus funcionarios, salvo los destinados para la Seguridad Pública y Protección Civil, y no se permitirá la renta de vehículos de lujo para funcionarios, ni remodelación de oficinas o compra de inmobiliario de lujo.
Dijo que habrá un gobierno honesto y sin corrupción a fin de resolver el tema financiero y generar la gobernabilidad que “exigen y merecen los michoacanos”.