Morelia.- El fiscal general de Michoacán, Adrián López Solís, reveló que las 11 víctimas de la masacre de Tarecuato “son inocentes”.
A tres días de que se registraran los ataques armados contra los indígenas, el funcionario admitió que no tenían antecedentes penales o de drogadicción.
Después de que el pueblo de Tarecuato dio el último adiós a los fallecidos, comuneros quemaron al menos tres vehículos y bloquearon la carretera que conduce a Uruapan.
Los comuneros exigieron justicia y que se destierren a los grupos delictivos que operan en la región de Tangamandapio.
La masacre pudo ser porque las víctimas se internaron en un territorio del crimen organizado, consideró el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien agregó que “fueron atacados a mansalva”.
En rueda de prensa en la Casa de Gobierno, el mandatario estatal subrayó que en la comunidad de Tarecuato hay disputas entre criminales desde hace tiempo.
Recordó que en julio grupos armados irrumpieron y abrieron fuego en contra de la jefatura de tenencia.
Abundó que los grupos delictivos también han atacado a las fuerzas de seguridad y que hace un par de meses perdió la vida un soldado tras un enfrentamiento.
Admitió que el municipio de Tangamandapio “es un foco rojo” por los altos índices de homicidios dolosos.
Señaló que existe coordinación con la Fiscalía estatal para que se realicen las investigaciones.
Las víctimas mortales halladas en Tangamandapio presuntamente eran jornaleros y vivían en la tenencia de Tarecuato. Eran cortadores de aguacate y al parecer no tenían vínculos con la delincuencia.
Luego de que fueron hallados los cadáveres, se desplegó un operativo de las fuerzas armadas.
Centenares de soldados, guardias nacionales y policiales estatales buscan a los agresores en carreteras y brechas.