Los gobernadores de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, enviaron una carta a su homólogo de Texas, Greg Abbot, para pedirle que reconsidere “las inspecciones demasiado entusiastas” que el Departamento de Transporte de la entidad estadounidense realiza a camiones de carga procedentes de México.
“Le pedimos que reconsidere estas inspecciones demasiado entusiastas. Nos preocupan los altos costos de logística, el daño ambiental y los problemas de la cadena de suministro que son subproductos de estas inspecciones y le pedimos que considere brindar un servicio rápido en los puertos como siempre lo ha hecho Texas”, señala la carta.
De acuerdo con García Cabeza de Vaca, “si no se hace algo de inmediato, el costo promedio para el consumidor se disparará en cuestión de días”.
A través de la misiva, el gobernador de Tamaulipas señala que este tipo de políticas complicará aún más que las personas puedan “poner comida en sus mesas”.
“Estos actos solo intensifican los problemas, especialmente si las personas pierden sus trabajos y perjudican a familias y negocios en ambos lados de la frontera. En última instancia, esta política aumentará los costos para el consumidor en un mercado inflado de 40 años que ya es récord: mantener a la frontera como rehén no es la respuesta”, alertan los gobernadores mexicanos.
Además, a través de la carta el gobernador de Tamaulipas reitera su compromiso para trabajar en coordinación con Texas, con el objetivo de “encontrar soluciones alternativas para sofocar el comercio internacional, que perjudica la calidad de vida de las familias en ambos lados de la frontera”.
La carta enviada al gobernador de Texas ocurre luego de los bloqueos registrados durante los tres días pasados en los puentes de Nuevo Laredo-Laredo y Reynosa-Pharr, así como en el puente Anzaldúa. En esos sitios se han registrado protestas por las excesivas revisiones que hacen a los camiones de carga que ingresan a Estados Unidos, por parte del Departamento de Transporte de Texas.
Las inspecciones más rigurosas implican que las unidades de transporte de carga que ingresan a Estados Unidos deban superar tres revisiones: una del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, otra de Departamento Federal de Transporte y una más del Departamento de Transporte de Texas.
La revisión que realizan agentes de Texas son más minuciosas y provocan retrasos de hasta ocho horas.
En ese contexto, Francisco García Cabeza de Vaca señala: “La seguridad comercial entre México y Estados Unidos es seguridad nacional para ambos países, y nos damos cuenta de que hay problemas serios que deben abordarse, y creemos que es importante que todos nos sentemos a la mesa”.