La familia de Debanhi Escobar, la joven mexicana hallada muerta en Nuevo León, dijo este sábado que exigirá una nueva autopsia ante sus sospechas de abuso sexual y en rechazo a las versiones de la Fiscalía del Estado, que primero manejó el caso como un accidente.
Tras el velorio en la ciudad de Monterrey, la familia y asesores legales afirmaron este sábado que “sí hubo abuso sexual”, por lo que acusaron a la Fiscalía de “inconsistencias” en el caso de la joven de 18 años, quien apareció muerta el jueves pasado en la cisterna de un motel tras desaparecer el 9 de abril.
“La familia no está conforme con los resultados, queremos más estudios, tenemos suficiente material para continuar con los estudios, para un segundo peritaje”, declaró a los medios Omar Tamez, miembro de la organización no gubernamental Comisión Internacional de los Derechos Humanos.
El caso de Debanhi ha despertado conmoción nacional e internacional por la imagen que se viralizó de ella abandonada en la carretera el 9 de abril en el norteño municipio de Escobedo, después de dejar una fiesta y tomar un taxi, cuyo conductor presuntamente intentó abusar de ella.
También ha causado indignación por las presuntas fallas en la investigación de la Fiscalía de Nuevo León, que primero manejó el caso como un accidente y después declaró a los medios que la causa principal de la desaparición de las mujeres es por “rebeldía” y “falta de comunicación de la familia”.
En medio de protestas ciudadanas con miles de mujeres en las calles a nivel nacional, la Fiscalía del estado indicó este viernes que Debanhi murió por una “contusión profunda en el cráneo” antes de caer a la cisterna en la que hallaron su cuerpo.
“Toda la ayuda que yo pueda tener para poder esclarecer el asesinato de mi hija es bienvenido, porque fue un asesinato, la mataron”, comentó este sábado tras el velorio Mario Escobar, padre de la joven.
El cuerpo de Debanhi, quien estudiaba Derecho en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), se trasladará al municipio de Galeana, en el sur de ese estado, para el sepelio.
El caso se ha visto como una muestra la doble crisis de violencia machista y de desapariciones en México, donde asesinan a más de 10 mujeres al día y hay más de 99.000 personas no localizadas desde 1964, según cifras del Gobierno.
En lo que va de año, tan solo el estado de Nuevo León ha registrado una ola de desapariciones con al menos una treintena de mujeres todavía sin localizar.