El Ayuntamiento de Cuernavaca separó de su cargo a tres funcionarios de esta administración que habrían incurrido en omisión y/o negligencia en atender las malas condiciones del puente colgante del Paseo Ribereño de la Barranca de Amanalco, donde resultaron lesionados 25 funcionarios cuando iba a ser reinaugurado.
Además, uno más presentó su renuncia voluntaria mientras se resuelven las investigaciones.
Se trata de Pablo Aguilar Ochoa, quien estaba al frente de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos. Es licenciado en administración, de origen panista y ha trabajado en distintos cargos en el estado; su designación, señalan, fue por su relación con los hermanos Terrazas, quienes controlan al Partido Acción Nacional en Morelos.
Aguilar Ochoa, quien hoy se presentó con un cabestrillo tras la lesión que sufrió durante la caída, recibió el oficio en el que Protección Civil Municipal de Cuernavaca en el que se le advirtió de las malas condiciones en las que se encontraba el puente, desde los tensores, el piso y demás fallas estructurales que derivaron en el colapso.
El edil de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, también cesó al director de Infraestructura, Raymundo Nova Castro, funcionario al que se le asignó atender las fallas que presentaba el Puente colgante, como los tensores que no estaban en buen estado y que impedían que el puente de dos metros se usara.
En redes sociales se difundieron imágenes en las que hacían referencia a las cadenas oxidadas del puente. “Solamente fueron cubiertas con una capa de pintura”, acusaron.
La tercera funcionaria, cuya destitución se anunció este viernes 9 de junio, es Denia Brito González, jefa del Departamento de Barrancas y Áreas Naturales Protegidas.
Raymundo Nova y Denia Brito estaban asignados a la Secretaría de Desarrollo Sustentable, que dirigía Pablo Aguilar Ochoa, quien estará separado del cargo temporalmente.
Por último, fue destituida Paola Hernández Vargas, titular de Protección Civil Municipal, quien, a pesar de haber enviado el oficio de advertencia de no abrir el Paseo Ribereño al público, se le culpó de no realizar un segundo dictamen que constatará las reparaciones realizadas entre el 14 y 18 de marzo.
El presidente municipal de Cuernavaca fue cuestionado sobre si estas sanciones podrían alcanzar a Humberto Paladino Valdovinos, el segundo secretario que recibió el oficio, pues así lo constata un sello de recibido de su área el pasado 8 de marzo.
Sin embargo, el edil respondió que él no tuvo injerencia en el asunto.
Humberto Paladino es suegro de Daniel Martínez Terrazas, exdiputado federal del PAN, hermano de Juan Carlos Martínez Terrazas y quien hasta el año pasado era dirigente del albiazul.