“Van a volver, van a volver, las mujeres que asesinaste van a volver”, un grupo de más de 200 mujeres conformado por madres de personas con autismo, familiares de desaparecidos y feministas marcharon en Guadalajara para exigir justicia por el feminicidio de Luz Raquel Padilla, quien fue quemada viva el fin de semana pasado.
Raquel, activista y madre, murió debido a que el 85 por ciento de su cuerpo sufrió quemaduras.
A pesar de la lluvia, el contingente partió de la glorieta de Tránsito, escoltado por elementos de la policía vial y municipal de Guadalajara.
Por el mal tiempo, los inconformes se demoraron más de una hora en llegar a su destino: el Centro de Justicia Estatal para Mujeres.
“A Luz no solo la mataron los vecinos, la mató el Estado, la mató su indiferencia” y “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, fueron algunas de las insignias que gritaron las manifestantes.
Durante la marcha, las integrantes de grupos feministas rompieron y pintaron parabuses, además de escribir la palabra ‘asesinos’ con spray en muros e infraestructura pública; después colgaron mantas en las vallas que rodeaban el centro de Guadalajara.
También colocaron cartulinas con leyendas acusando complicidad de funcionarios en el crimen por ignorar a las víctimas, además de afectar a la comunidad autista.
La Fiscalía Anticorrupción de Jalisco inició una carpeta de investigación para determinar eventuales omisiones por parte de servidores públicos previo al asesinato y se indagarán las actuaciones de todas las dependencias que tuvieron o debieron tener algún tipo de participación en el caso, desde que Luz Raquel denunció las primeras agresiones y hasta que falleció.
La mayoría de las acusaciones apuntan a las autoridades municipales de Zapopan por no otorgarle un pulso de vida y por no investigar las amenazas de muerte de mayo pasado.
La Organización internacional de las Naciones Unidas en México (ONU-DH México) ha hecho un llamado a las autoridades para que redoblen esfuerzos a fin de realizar una investigación profunda respecto del caso, considerando el activismo que Luz Raquel desempeñaba, y pide una reparación integral del daño a sus familiares.
El organismo refiere que el asesinato exhibe la gravedad de la violencia que existe contra las mujeres, y demuestra la falta de tolerancia hacia las personas con discapacidad o diagnosticadas con alguna condición distinta.