La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) declaró contingencia ambiental en el Área de Protección de Flora y Fauna Balandra, luego de que se registrara el incendio de una embarcación que provocó derrame de combustible en la emblemática playa del municipio de La Paz, Baja California Sur.
La playa que atrae a miles de turistas y que es reconocida por la calma de sus aguas color turquesa, quedó cerrada este martes por determinación de autoridades ambientales debido a la magnitud del derrame.
Hasta el momento la Conanp y la Dirección de Balandra no han emitido declaraciones para especificar el tamaño del área afectada ni para detallar cuántos días permanecerá cerrada Balandra.
La única información oficial confirmada por Conanp indica que se detectó la presencia de restos de aceite, diesel, ceniza y hollín en la superficie de la subzona de uso restringido, conocida comúnmente como la playa del Hongo, así como partes quemadas del yate hundido.
El gobernador del estado, Víctor Castro Cosío, justificó la contingencia ambiental al cuestionarlo sobre sanciones o multas. Declaró que se trató de un accidente que no se puede prevenir, a pesar de que el Área Natural Protegida cuenta con reglas de operación que restringe el paso en la noche.
“No se puede prever, es un incendio en una embarcación. Eso yo creo que toda la comunidad entiende que es un accidente que le puede pasar en un carro aquí en la ciudad y derramarse la gasolina. Los dueños, pobres, de las pérdidas que tuvieron también”, dijo.
Aseguró que los dueños de la embarcación no se rehúyen a su responsabilidad y han contratado servicios para limpiar la playa. También deben sacar el yate que quedó hundido en Balandra.
Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Capitanía de Puerto y Conanp realizaron recorridos por la zona.
Aunque Conanp y Dirección de Balandra establecieron un protocolo para cuidar el impacto en Balandra, en el que se restringe el acceso por cantidad de visitantes y horarios de estancia, esta medida no fue acatada por dueños de embarcaciones y prestadores de servicios turísticos.
Durante los últimos meses se denunció que, pese a que los horarios ya no lo permitían, las embarcaciones entraban sin distinción. Las autoridades ambientales estatales y federales no atendieron los llamados aunque asociaciones civiles y ciudadanía mostraron evidencia sobre la problemática.