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Volcán Popocatépetl: ¿Quiénes son los testifteros de Texcoco y cómo ‘hechizan’ el mal tiempo?

Personas de ‘corazón y espíritu fuerte’, que entienden cómo se desarrollan las lluvias y el clima en el oriente del Valle de México, cerca del Popocatépetl.

Cerca del Popocatépetl hay hombres que conocen cómo se desarrollará el clima en su comunidad. (EFE)

El semáforo de alerta volcánica del Popocatépetl fue elevado a categoría tres este domingo 21 de mayo debido a la intensa actividad de ‘Don Goyo’. Esto significa que es posible que se intensifique la caída de ceniza en municipios cercanos.

A lo largo de la semana, la ceniza del Popocatépetl ha provocado el cierre de aeropuertos como el de la Ciudad de México (AICM), Felipe Ángeles (AIFA) y este domingo también el de Puebla.

El volcán Popocatépetl tiene un significado importante para la historia de México, esto debido a la leyenda sobre su creación. Además, la herencia prehispánica dejó cerca de ‘Don Goyo’ a los graniceros de la Sierra de Texcoco, conocidos como testifteros.

Testifteros: ¿Quiénes son los graniceros de Texcoco y por qué ‘controlan’ el tiempo?

Desde tiempos que se remontan a cuando Nezahualcóyotl era el Monarca de la región, los testifteros de la Sierra de Texcoco aparecieron como especialistas rituales, a quienes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se les atribuye la facultad “para dominar y gestionar los fenómenos meteorológicos”.


Los testifteros son personas que obtienen de cierta relación con ahuaques las facultades que les permiten, mediante rituales, “conjurar el granizo, retirar los rayos, los fuertes vientos, los aguaceros y las diferentes clases de nubes que se considera originan las tormentas”.

Por lo normal, los graniceros de la Sierra de Texcoco son hombres. Se considera que están provistos de “un corazón o espíritu fuerte”.

También son curanderos, que se dedican a atender las “enfermedades de la lluvia”, como la parálisis o agarrotamiento de algún miembro del cuerpo debido a la intrusión de un “mal aire” o sufren de boca torcida o enchuecamiento por estar expuestos a ciertas entidades, además de quiénes son fulminados por la descarga de un rayo.

A los testifteros se les conoce en sus comunidades como personas que conocen, entienden y saben del tiempo, es decir, del desarrollo de lluvias, tormentas y demás aspectos climatológicos que afectan la siembra de una comunidad. Por su ubicación, en la Sierra de Texcoco, también pueden conocer acerca del desarrollo del Popocatépetl.


“Entender o conocer el tiempo implica discernir que detrás de aquello que los pobladores legos perciben como fenómenos atmosféricos subyace la voluntad e intencionalidad de los ahuaques, y que lo que a simple vista es percibido como rayos o como granizo por los serranos constituyen manifestaciones y acciones de otra índole desde la perspectiva de los dueños del agua”, explica el INAH.

La creencia señala a los testifteros, en algunos casos, como personas “malas”, ya que testimonios de ancianos, recopilados por el INAH, explican que “si uno de esos señores se enoja, puede granizar en tu terreno y terminarse la cosecha, o puede enfermarse uno”.

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