De repente se escuchó que el piso comenzó a tronar, “como un crujido” narraron los ciudadanos de a pie que alrededor de las 14:00 horas pasaban por la Plaza de Armas de Cuernavaca y observaron como las losetas se rompían.
El suceso causó conmoción y diversas expresiones; de inmediato el personal de seguridad de la sede del Ejecutivo, comenzó a acordonar el espacio para evitar que la gente pasara, después llegó Protección Civil del Estado y cercó toda la plancha y cerraron por completo la plaza.
Lo anterior, ante el temor de que se tratara de un microsismo que pueda seguir afectando el material y se extienda.
En tanto, autoridades estatales desalojaron el Palacio de Gobierno, para descartar más afectaciones en lo que peritos de la Secretaría de Obras Públicas indagan la razón por la que se abrió.
Sin embargo, conforme han ido avanzando las investigaciones del por qué el suelo se partió, surgió una línea respecto a que el cambio de clima lluvioso y el calor provocó que se quebrara el suelo.
Al respecto, la secretaría de Administración, Sandra Anaya confirmó en entrevista que a partir de hoy, toda la plaza se cerrará al público para evitar que los curiosos se acerquen y vaya a ocurrir un accidente, pero adelantó que sí investigarán el nombre de la empresa que estuvo a cargo de la rehabilitación.
“Si estamos valorando todas las intervenciones que tuvo la plaza en toda su remodelación, pero será hasta el lunes que entren los peritos, por lo pronto podemos decir que fue el cambio de calor lo que haya provocado que se quebrara, existe una irregularidad notoria en la obra y no sabemos si pueda extenderse”, agregó.
Por tanto, advirtió que investigarán los temas de garantía, cómo se entregó la obra y lo que versó en la remodelación de la Plaza de Armas “la obra no tuvo un costo bajo, no tiene mucho que fue remodelada y no es para que tuviera esta falla”, abundó.
La obra es reciente y costó más de 923 mdp en la administración de Graco Ramírez, estuvo dentro del proyecto de la llamada Ecozona que se integró por varias etapas desde el 2014 hasta el 2017, durante la administración del perredista, la cual estuvo plagada de irregularidades.
Al inicio de la actual administración, se interpusieron varias denuncias por las obras magnas que realizó Graco Ramírez, debido a que algunas tenían sobre costos y eran de mala calidad.