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Caso del call center de Zapopan: Detienen a Carlos ‘N’, arrendatario de una finca

Los jóvenes desaparecidos y asesinados trabajaban en un call center de cobranzas; planeaban renunciar.

Las familias de los jóvenes asesinados en Zapopan se manifestaron cuando estuvieron desaparecidos. (Cuartoscuro)

Fue detenido Carlos ‘N’, uno de los arrendatarios de una de las fincas donde laboraban los ocho jóvenes del call center que hace un mes fueron secuestrados, y posteriormente asesinados en Zapopan, Jalisco.

Los jóvenes realizaban actividades de mercadotecnia y cobranza para supuestas empresas que ofertaban tiempos compartidos, y defraudaban a sus clientes. Según las investigaciones, también extorsionaban a adultos mayores originarios de Estados Unidos.

La orden judicial emitida por un Juzgado de Control y Oralidad se ejecutó por el delito de encubrimiento, a petición de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas (FEPD) de la Fiscalía de Jalisco.

Según las indagatorias, el call center era operado por activos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como una estrategia de diversificación de sus actividades delictivas basadas en el narcotráfico, y presuntamente habrían ordenado la desaparición y muerte de Itzel Abigail, Carlos David, Carlos Benjamín, Arturo, Jesús Alfredo, Jorge Miguel, Mayra Karina y Juan Antonio, porque habían manifestado la intención de renunciar a seguir trabajando.

El arrendatario ya fue presentado ante el juez de Control y Oralidad que lo requería en el complejo carcelario de Puente Grande por esos hechos, y en las próximas horas determinará su situación legal.

Los restos de los muchachos fueron encontrados el 30 de mayo en el predio El Tempisque, al norte de Zapopan, y al día siguiente comenzaron con las labores de extracción, ya que estaban en una zona de difícil acceso.


Por otra parte, ya han sido entregados los cuerpos de los hermanos Valladolid. Fueron velados por sus familiares y amigos, quienes se vistieron de blanco.

Familias señalan la revictimización y criminalización de los jóvenes

La madre de Itzel Abigail y Carlos David concedió una entrevista a El Financiero, y declaró sentirse muy dolida, aunque manifestó sentir paz, “por poderles dar una cristiana sepultura, porque la verdad me ha tocado ver un proceso bastante difícil con las familias de muchos desaparecidos, gente que no ha podido encontrar a sus familiares, que los vi en el Instituto sufriendo bastante todos los días”.

Itzel tenía 27 años de edad y su hermano tenía 23. La madre refiere que eran buenos muchachos y lamenta la revictimización que han sufrido. “Solo están victimizándolos, a mí en ningún momento me refirieron que estuvieran trabajando en un lugar ilícito, al ser así ellos no lo sabían, entonces están acusando a personas que ya no se pueden defender”.

Familiares y amigos que despidieron a los hermanos Valladolid Hernández vistieron de blanco, en honor a la bondad y humanismo que los caracterizaba

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