Los jóvenes que golpearon a Ernesto Calderón la madrugada del pasado domingo 10 de septiembre, en Angelópolis, solicitaron un amparo en contra de la justicia y escaparon del país, informó el fiscal general de Puebla, Gilberto Higuera Bernal.
“La Fiscalía del Estado ha realizado y sigue trabajando en acciones de inteligencia para ubicarlos en México y en el extranjero, hemos hecho gestiones ante diversos países del mundo, la Interpol y otras instituciones”, expresó Higuera Bernal, este jueves 21 de septiembre, en conferencia de prensa.
El fiscal aseguró que los agresores de ‘Neto’ Calderón serán capturados y presentados ante las autoridades para hacer justicia.
“Estamos trabajando en su aprehensión, hemos tenido conocimiento que han promovido, sus representantes, algunas acciones de tipo jurídico como amparos, naturalmente, ello nunca impedirá, al contrario, obligará a las personas que acudan ante la autoridad judicial”, expresó el fiscal.
¿Qué pasó con Ernesto Calderón?
La madrugada del 10 de septiembre, ocho jóvenes golpearon brutalmente a Ernesto Calderón, quien podría perder un ojo a causa de la agresión.
De acuerdo con testigos, el joven poblano fue agredido al salir de un antro de la zona, junto con una amiga, a quien le arrojaron una cerveza, tras intentar defenderla.
Seis de los ocho jóvenes pertenecían al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, por lo que la escuela decidió expulsarlos al no cumplir con los principios que se promueven dentro de la academia.
“Tan pronto como identificamos la participación de estudiantes del campus Puebla, iniciamos los procesos disciplinarios de acuerdo con nuestro Reglamento General de Estudiantes, dando como resultado la baja definitiva de los mismos”, expresó la institución a través de un comunicado.
Los otros dos agresores fueron identificados como estudiantes de la Universidad Anáhuac, por lo que la institución señaló que buscarán que se apliquen las sanciones disciplinarias pertinentes de acuerdo con los valores de la Universidad.
“Rechazamos enfáticamente cualquier comportamiento que ponga en peligro la vida, la sana convivencia y el bienestar de nuestra comunidad universitaria y de la sociedad en general”, expuso la escuela.