Indígenas tzeltales y tojolabales se manifestaron en el municipio de Altamirano, en Chiapas, para denunciar la omisión del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ante la ola de violencia que se vive en la región, luego del incendio de más de una decena casas y 10 carros, perpetrado por grupos de autodefensas.
“Sabemos que lo hizo el grupo 14 de agosto que se quedaron aquí, que están escondidos, son ellos quien salen a molestar en las viviendas, hacen robos y saqueos por las noches; lo que hicieron con las viviendas que quemaron no lo hizo el pueblo lo hicieron ellos como acto de provocación para que el pueblo siga con miedo como lo han hecho desde antes”, indicó a diferentes medios Lalo Rodríguez, habitante de Altamirano.
Aposentados en las entradas de Altamirano, unas 500 personas en conferencia de prensa con medios, exigieron la destitución del Consejo Municipal, un alto a la violencia generada por grupos armados y una mesa de diálogo con el gobierno del estado, informó Benito Gómez Santis, indígena tzeltal.
“Nosotros queremos la paz en Altamirano, queremos una estabilidad social, no queremos problemas, queremos que haya la unidad con armonía, es lo que busca el pueblo”, dijo el indígena tzeltal.
Los 109 ejidatarios y 11 barrios se deslindaron de las quemas de casas y carros registradas la madrugada de este sábado, así también de la retención de 26 personas. Lo que provocó que se intensificaran las medidas de seguridad.
Gómez Santis, reiteró “lo que buscamos nosotros es la destitución del Consejo Municipal porque ellos desde el 8 (de agosto) mataron, asesinaron a un compañero, pues ellos entraron con esa arma y caminaron por las calles, ahora no se lo vamos a permitir”.
A 52 días de bloqueos intermitentes y totales, acordaron no reactivar el servicio de transporte; las clases para niños y adolescentes fueron suspendidas hasta nuevo aviso por temor a algún tipo de represalias, únicamente el paso está libre para ambulancias y atenciones médicas.
Esto, como consecuencia de una mala distribución de obras sociales, por el cual la población se manifestó en una obra el pasado 8 de agosto, en los Barrios Guadalupe y Casitas. Al término de esta, hombres civiles armados identificados como el grupo de autodefensa “14 de agosto”, abrió fuego contra los manifestantes provocando la muerte de una persona.
Chiapas vive una creciente violencia perpetrada por grupos civiles armados y por el narcotráfico, las autoridades se resisten a atender las demandas de los pueblos indígenas mayas tzotziles, tzeltales, lacandones, mam y cachiquel.
La fiscalía del estado aún no ha ingresado al municipio, pero ha iniciado una carpeta de investigación para esclarecer los hechos ocurridos el sábado 30 de septiembre, donde resultaron más de una docena de casas y carros quemados.