Tras el paso del Huracán ‘Otis’ y sus efectos principalmente en Acapulco, Guerrero familias de ese puerto arribaron a Chilpancingo para abastecerse de víveres, generando un incremento de precios, de entre el 30 y 50 por ciento, en la canasta básica.
La caja de huevos durante los últimos tres días pasó de 60 pesos hasta 105 pesos, la harina Maseca y azúcar a partir de este sábado costaron 20 pesos más que la semana anterior.
Las amas de casa chilpancingueños consideran que la llegada de habitantes de Acapulco para surtirse de los productos de la canasta básica, tras la destrucción de mercados, tiendas, bancos y centros comerciales del puerto, ha generado la alza en la demanda, y consecuentemente en los precios.
A través de un comunicado de prensa, la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez anunció un recorrido en los mercados y locales comerciantes de la ciudad por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), para evitar abusos por parte del comercio local.
En los mercados de Chilpancingo, el kilo de frijol de 28 pesos, pasó en 48 y 50 pesos, el kilogramo de arroz de 18 pesos a 32 pesos, el kilogramo de azúcar pasó de 30 a 40 pesos, lo que preocupa a los capitalinos, quienes se quejan de que “nos incrementan los precios de los alimentos, pero no los salarios”.
Inician compras de pánico en Chilpancingo
Ante la llegada de habitantes de Acapulco y de comunidades aledañas a la ciudad de Chilpancingo, en búsqueda de agua, alimentos, productos de limpieza y demás artículos que ya no encuentran en el puerto, se abarrotan los centros comerciales.
En los supermercados se ven carritos llenos y cuentas de por encima de los 2 mil 500 para llevar a Acapulco, debido a que allá los comercios fueron afectados.
El huracán Otis categoría 5 devastó Acapulco, y la gente empezó a cometer actos de rapiña que dejaron totalmente vacíos los comercios de cadenas comerciales y los locales.
En tanto, los chilpancingueños empezaron a notar la llegada de gente de otras ciudades y también salieron de sus casas a abastecerse, ante la posibilidad de que pudiera generarse desabasto en esos espacios comerciales.
Debido a esas compras de foráneos y compras de pánico de los locales, se empiezan a desabastecer los centros comerciales, y ya se ven anaqueles vacíos en esos supermercados de la capital de Guerrero.