La ampliación del muro fronterizo entre México y Estados Unidos, los peligros de convertirse en víctimas de trabajos forzados o peor aún, ser golpeados o asesinados durante su trayecto, más las bajas posibilidades de obtener asilo político, no han logrado doblegar el ánimo de cientos de migrantes que arriban a Tijuana día a día.
En las últimas semanas, un grupo de personas en situación de movilidad provenientes de Centroamérica, Sudamérica, algunas partes de Europa e incluso África, ha decidido acampar en el doble muro que hay entre Tijuana y San Diego, donde esperan ser atendidos por autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés).
Poco a poco están ingresando a Estados Unidos los migrantes, donde la falta de dinero para contratar un abogado o un familiar que responda por ellos puede significar el rechazo de asilo, no obstante, el intentar, el no perder la esperanza de un mejor futuro, es lo que los alienta a seguir, a esperar a un costado del muro.
Pese a estar día y noche en la intemperie, en muchos casos no contar con el conocimiento del proceso de asilo a través de la aplicación de internet CBP One o la falta de pruebas para comprobar que se salió del lugar de origen por peligro de muerte, persecución política u otros motivos, las familias ven en la Unión América la oportunidad de rehacer sus vidas.
Frío en Chihuahua no detiene a migrantes
Pese a los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM), continúa el flujo de personas hacia el muro fronterizo, donde se han concentrado más de mil migrantes en espera de cruzar a Estados Unidos.
Autoridades del Gobierno de Chihuahua revelaron que han cruzado por el territorio más de 3 mil migrantes en las últimas horas con rumbo a la frontera norte.
Las temperaturas congelantes de los últimos días han calado hondo entre las familias de indocumentados, que viajan acompañados de sus menores hijos.
Los operativos de los oficiales de Migración se registran en los patios ferroviarios, para inhibir que las personas en movilidad suban a los vagones del tren. Pero también realizan recorridos cerca del muro fronterizo para que los migrantes no logren cruzar el Río Bravo y entregarse a las autoridades norteamericanas.
No obstante, los migrantes logran burlar la vigilancia y cruzan por las frías aguas del Río Bravo y hacer fila en la puerta con el indicador número 36.
Los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense registran a los migrantes pero en las últimas horas los han devuelto a territorio mexicano para sorpresa de los extranjeros.
El pasado miércoles 27 de diciembre partió la caravana de migrantes de la región de Jiménez con rumbo a Ciudad Juárez, informó el alcalde Marcos Chávez Torres.
Tras recibirlos en albergues, se les brindó atención médica y alimentaria para luego seguir su viaje hacia la Unión Americana.
Los migrantes son provenientes de Venezuela, Guatemala, Haití, Colombia y Ecuador, principalmente.