La delincuencia organizada que opera en la región del cerro Ñate, en el municipio de Jiquipilco, derivó que, en su temporada actual de hibernación, la mariposa monarca aparezca, pero en mucho menor número en comparación con el mismo lapso del año pasado, pues su hábitat de oyamel ha sido talado de 60 a 70 hectáreas.
Esta devastación esencialmente se ha dado solo en el ejido de San Juan Jiquipilco, lo que se traduce en 70 mil metros cuadrados perdidos de arbolado adultos, si se toma en cuenta que cada hectárea tiene 10 mil metros cuadrados en superficie.
Por ello, la autoridad municipal y comuneros, lanzan un llamado de emergencia, a los gobiernos federal y estatal para detener la depredación de la zona boscosa.
Sin embargo, afirman que no hay acciones para evitar la tala ilegal, ya que la misma Guardia Nacional (GN), afirma no tener recursos para proteger la región mexiquense que colinda con los municipios de Villa Nicolás Romero, Isidro Fabela, Temoaya, San Bartolo Morelos, Villa del Carbón e Ixtlahuaca.
Exigen acciones para frenar la tala clandestina
Y si bien a la gente de Jiquipilco les gratifica la llegada de la monarca a sus bosques, insisten que los gobiernos desarrollen acciones de vigilancia para “frenar” dicho delito, pues a diario, bosque adentro, se escucha cómo las motosierras cortan y derriban los árboles de oyamel, donde se posan durante este invierno centenares de estos insectos.
“Se han ido como tres cuartas partes (de mariposa monarca), solamente tenemos una cuarta parte. Ya hicimos reforestaciones, también estamos cuidando el bosque, pero no es suficiente, requerimos de los gobiernos. El presidente municipal sí nos está apoyando, pero se requiere de más vigilancia en estos bosques. Tenemos la tala clandestina muy fuerte”, denunció el Comisariado Ejidal, Juan Gabriel Jacinto.
“Su servidor ha acudido ante la Fiscalía General de la República (FGR), ante peritos, ante estancias federales como la Semarnat y no nos han hecho caso. Aquí lo que hace falta es mano fuerte de los gobiernos estatal y federal, porque por ahí siento que anda la bolita, no hay patrullajes, ni del Ejército, ni de la Guardia Nacional, dicen que no hay recursos”, manifestó el líder ejidal.
“Es el segundo año que llega. Ahorita está solo una colonia, hace un año fueron cuatro, queremos que el gobierno federal proteja esta zona. Que protejan para que estas mariposas sigan en su lugar, quieren una zona protegida y su tranquilidad”, manifestó el comunero.
A la tala clandestina se suma el cambio climático en la zona mexiquense. De acuerdo con el biólogo del Ayuntamiento de Jiquipilco, Fidel González, este fenómeno global, la actividad agrícola y ganadera, son un gran problema para la mariposa monarca.
“Son los factores más importantes que precisamente han ahuyentado a esta especie. No es un tema de la noche a la mañana, eso lo sabemos, pero sí estamos pidiendo enérgicamente que las autoridades volteen a ver el gran problema que la tala ilegal trae consigo, porque no nada más es quitar los árboles, es acabar con la vida en general y que es un tema ecológico, social y que repercute a todas las comunidades de nuestro municipio”, apuntó el especialista.
“Nosotros estamos trabajando de la mano de los comisariados del Ejido de San Juan y de las demás comunidades. Estamos tomando capacitación de nuestros recursos naturales, tomamos uno en Michoacán, precisamente para ver qué alternativas tenemos y qué es lo que se podría hacer aquí en un trabajo en conjunto, sociedad civil, ejidatarios y gobiernos en turno”, externo el biólogo.
Al ser entrevistado, el tesorero del Comisariado, Bonifacio Jacinto Avelino, explicó que el año pasado arribaron a la zona del Cerro Ñate, cuatro nutridas colonias de mariposa monarca, pero lamentó que para su actual ciclo de hibernación solo haya llegado una colonia, calculó.
Al lado de algunos de sus paisanos, en el estado de Michoacán trabajan con organizaciones no gubernamentales como “Fondo Monarca” y el Fondo para la Conservación del Eje Neovolcánico.
El objetivo es “conocer nuestra biodiversidad arbórea, de flora y fauna, acabamos de tomar capacitación de los cuidados de los bosques de encinos, de oyamel, de coníferas, del cuidado de las aves, estamos nutriéndonos y empapándonos de toda esta parte de conservación, preservación y cuidado de distintas especies, así como del ecosistema para tener opciones dentro de nuestro ejido de San Juan Jiquipilco y que estas puedan perdurar al paso del tiempo”, dijo.
Al referirse exclusivamente al actuar de la delincuencia organizada, como es la tala clandestina, el biólogo municipal consideró que la región del Cerro Ñate es “un punto rojo, es un punto donde no existe la seguridad necesaria, que nos ayuden y nos auxilien, gobierno estatal, gobierno federal y quienes se quieran sumar precisamente para cuidar este bosque”.