“Lo más valioso es tener el privilegio de poder estar vivo, de poder contar esta difícil situación”, expresó Julián López Galeana, coordinador estatal de Movimiento Ciudadano en Guerrero, luego de que en las primeras horas del miércoles 7 de febrero fuera secuestrado, junto con su equipo, en la Autopista del Sol.
A pesar de la difícil situación en la que casi pierde la vida, el líder del Movimiento Naranja en Guerrero aseguró que continuará liderando su partido, ya que las horas de ‘incertidumbre y angustia’ que vivió fue por la inseguridad que atraviesa el estado y no por un ataque directo en su contra.
“En lo personal he tomado la determinación de mantenerme firme en mi conducción al frente de Movimiento Ciudadano, no quiero culpar en este momento a nadie, creo que es un contexto de descomposición general en el estado”, explicó en entrevista con Ciro Gómez Leyva.
El funcionario reconoció que la inseguridad en Guerrero está rebasando a las autoridades locales, por lo que pidió “hacer equipo para que el Gobierno federal asuma un papel mucho más drástico”.
Por ello, López Galeana adelantó que presentará una denuncia ante las autoridades porque “lo peor que podemos hacer es callarnos por miedo”.
Julián López explica cómo fue ‘levantado’: ‘Nos arrojaron a lado de un basurero’
De acuerdo con el testimonio de Julián López, la coordinadora de MC en Guerrero, su asistente personal y él fueron ‘levantados’ en la Autopista del Sol cuando regresaban, cerca de la medianoche, de una reunión que fue convocada por su dirigente, Dante Delgado, en la Ciudad de México.
“A la altura de Chilpancingo, pasando la caseta de Palo Blanco, que nos conduce al Puerto de Acapulco, fuimos interceptados por un comando armado”, narró.
En un inicio, detalló López Galeana, tenían la impresión de que se trataba de un robo, por lo que accedieron a entregarles la unidad y sus pertenencias, “siempre buscando salvaguardar la integridad física, pero, para nuestra sorpresa, nos subieron a otro vehículo”.
“Nos privaron ilegalmente de la libertad durante varios kilómetros, hubo maltrato y violencia psicológica, el tiempo que duramos en el vehículo yo tuve una pistola en la cabeza (...) Fue una experiencia muy difícil, con palabras altisonantes, muy grotescas, muy violentas”, especificó.
Además, la víctima recalcó que en todo el camino sus agresores los fueron interrogando sobre “qué hacíamos”; no obstante, al darse cuenta de que eran servidores públicos, “hicieron un par de llamadas y tomaron la determinación de soltarnos, pero bajo un protocolo muy violento”.
“Nos hicieron caminar sobre un paraje, donde nos pidieron incarnos, nos maniataron (...) fueron instantes muy difíciles porque no teníamos certeza de cómo iba a concluir ese episodio”, dijo.
Por último, añadió, sus secuestradores decidieron ‘perdonarles la vida’ y los abandonaron cerca de un basurero: “Tomaron la determinación de arrojarnos sobre un basurero a un costado de la Autopista del Sol”.