“La vida sigue, hay que tomar muchas precauciones, cuidar a los tuyos, pero que eso no limite el trabajo de uno”, expresó este miércoles Jaime Barrera, comunicador desaparecido en Jalisco, tras revelar que fue privado de la libertad por su actividad como periodista.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, el también locutor, que colabora para Milenio y Televisa en Guadalajara, aclaró que no vivió un secuestro porque sus captores “no pidieron rescate, fue una especie de advertencia, de lo que yo escribo, de lo que yo digo”.
Ante esto, Barrera adelantó que piensa escribir una crónica de su experiencia, aunque sus plagiarios le advirtieron que recuperaría su libertad, pero con la amenaza de que saben dónde vive su familia y él.
“Tengo que hablar bien con mis abogados y todo para hacer una crónica más precisa, para aclarar ideas, ser muy preciso porque queda la advertencia: ‘hoy te vas, pero sabemos dónde vives, dónde estás, tu familia; es algo complejo’”, detalló.
Por ello, el periodista lamentó que haya vivido horas de angustia a causa de su trabajo y por la violencia que atraviesa su estado: “Vuelve a perturbarnos a todos, en el contexto en el que estamos, en esta contienda electoral y a los que nos toca hacer la crónica de lo que sucede, de la injerencia que puede tener el crimen organizado y eso molesta”.
‘Una odisea larga y terrible’: Jaime Barrera narra su ‘secuestro’
Jaime Barrera Rodríguez explicó que vivió “una odisea larga y terrible” tras ser levantado por al menos cuatro sujetos, pero afortunadamente todo salió bien: “El movimiento de todo el gremio, de las personas que se solidarizaron con el caso, ayudó a que esto terminara bien”.
Durante las horas de incertidumbre, el comunicador narró que sus agresores siempre lo tuvieron con los ojos vendados y maniatado. “Me acostaron en el asiento trasero, no sabía a dónde iba, estuve en cautiverio, con los ojos vendados, con las manos atadas, hincado en un sitio donde no veía, con poca agua, me decían que si quería cenar algo, pero no tenía hambre”.
Barrera fue rescatado, dijo, porque “me llevaron a otro sitio y me dejaron a la entrada del municipio de Magdalena, ahí yo pido ayuda, pido ayuda a las autoridades, llega la Guardia Nacional que me está acompañando en estos momentos”.
A pesar de lo sucedido, el periodista prevé quedarse en Guadalajara, aunque viajará unos días a la Ciudad de México para pedir el protocolo de protección: “Hoy voy a apelar al protocolo de defensa de periodistas, no me queda de otra, lo había evitado”, confesó.