Entre gritos de “¡fuera, fuera!”, la exalcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez fue recibida la tarde-noche de este lunes 7 de octubre durante la despedida al cuerpo del presidente municipal de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, en el Ayuntamiento de la capital.
Con frases como “¡asesina!” y “¡vendiste al pueblo!”, Otilia Martínez fue abucheada por decenas de ciudadanos, quienes comenzaron a gritarle al salir de la plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac, ubicada en Guerrero.
Tras este recibimiento, la exalcaldesa se dirigió hacia su camioneta en medio de un descontento ciudadano que se plasmó cuando gritaron “¡para qué vienes!”.
En septiembre pasado, Norma Otilia Hernández fue expulsada de Morena, partido al que pertenecía, por presuntamente reunirse con un líder del narcotráfico en junio de 2023.
De acuerdo con Morena, la reunión de Norma Otilia Hernández Martínez fue una “violación grave” a los principios del partido y dañó su imagen, además de que faltó a su obligación de conducirse con honestidad e integridad.
La reunión tuvo lugar el 24 de junio del año pasado, cuando presuntamente se le vio a la alcaldesa hablar con el líder del narcotráfico, supuestamente de Los Ardillos, y le dice que lo que quiere saber es “cómo ayudar”, sin importarle a qué se dedica el hombre armado.
Así despidieron al alcalde asesinado en Chilpancingo, Alejandro Arcos
Chilpancingo dio una multitudinaria despedida al presidente municipal Alejandro Arcos Catalán, asesinado la tarde del domingo 6 de octubre, cuando el perredista fue encontrado decapitado en una camioneta en la colonia Villas del Roble.
El cuerpo del alcalde fue velado en la parroquia de la Santa Cruz, donde salió el cortejo fúnebre a la Catedral de Santa María de la Asunción.
El cortejo lo formaron cerca de 500 personas y a su paso decenas más presenciaban este recorrido hasta llegar a más de tres mil en el Zócalo. Los asistentes aplaudían y otros lanzaban porras hacia el presidente municipal, e incluso hubo quienes arrojaban pétalos de rosas a la carroza.
La misa de cuerpo presente de Alejandro Arcos la presidió el sacerdote Benito Cuenca Mayo, en un inmueble que estuvo abarrotado. Los asistentes formaron vallas humanas desde la entrada principal de la Catedral hacia la entrada del Palacio Municipal.
Primero llegó al inmueble la viuda del alcalde, Sandy Solís y su hijo menor, y mientras esto pasaba se escucharon los gritos de “justicia” y “no estás sola”.
Después llegó el féretro y enseguida fue despedido del inmueble entre aplausos y llanto de los trabajadores de la alcaldía.
El féretro fue llevado al Parque Cementerio La Paz, ubicado en la colonia Rosario Ibarra, donde se llevaría a cabo el sepelio en una ceremonia privada.