Apenas este lunes, Samsung Electronics. Co le notificó a sus empleados las restricciones para el uso de esta plataforma generativa, tanto en ordenadores, tabletas, teléfonos corporativos, así como en sus redes internas, bajo el argumento de que los datos transmitidos a este tipo de plataformas de inteligencia artificial se almacenan en servidores externos, lo que puede dificultar su recuperación y eliminación, y puedan revelarse a otros usuarios.
El gigante de los electrónicos se suma a las restricciones que en su momento declararon los bancos como JP Morgan Chase & Co., Bank of America Corp. y Citigroup Inc., debido a los riesgos de seguridad que suponen para los usuarios y para las compañías.
Otras empresas también han optado por prohibir o restringir su uso debido a posibles riesgos asociados con el mal uso del modelo, por ejemplo, el uso de lenguaje ofensivo, difamación o la generación de contenido falso o engañoso, lo que podría dañar la reputación de la compañía o su capacidad de proporcionar resultados precisos para los usuarios.
Italia fue de los primeros países en prohibir el uso de ChatGPT, por temor a la recopilación ilegal de datos personales; sin embargo, ya está nuevamente disponible, pues cumplió con el plazo fijado de las autoridades italianas, el pasado 30 de abril, al reunir las condiciones que solicitaron los reguladores para que la empresa OpenAI, propietaria de ChatGPT, pueda operar nuevamente.
Países como Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Venezuela y Bielorrusia también han prohibido el uso de la plataforma de lenguaje.
Desde su lanzamiento en noviembre de 2022, ChatGPT batió récords y alcanzó los 100 millones de usuarios activos a dos meses de su aparición, lo que la convierte en la app de consumo de más rápido crecimiento de la historia.
La inteligencia artificial relacionada con el lenguaje humano ha irrumpido en varios sectores, revolucionando la forma en que interactuamos con la tecnología y ha transformado la forma en que se realizan las tareas diarias. Uno de los sectores más notables es el de la atención al cliente, donde los chatbots impulsados por la inteligencia artificial pueden responder preguntas frecuentes y proporcionar soporte técnico en tiempo real. Responden preguntas frecuentes de manera rápida y eficiente, pueden manejar múltiples consultas al mismo tiempo y aprenden de las interacciones previas para mejorar continuamente sus respuestas para brindar una mejor experiencia al cliente.
También se ha aplicado extensamente en la traducción de idiomas, lo que ha permitido a las personas comunicarse fácilmente en diferentes idiomas y en tiempo real. Otros sectores en los que se ha utilizado la inteligencia artificial relacionada con el lenguaje incluyen la educación, la asistencia médica, el análisis de sentimientos, el análisis de opinión pública, periodismo, sector editorial y en la creación de contenidos.