Factor Fintec

La tecnología y la libertad financiera de las mujeres

Durante décadas, las limitaciones estructurales han impedido la autonomía económica de millones de mujeres en todo el mundo.

Una mujer sin acceso a servicios financieros representa más que una persona fuera del sistema bancario: es una trabajadora con pocas opciones para gestionar su dinero, una emprendedora sin crédito o una madre sin ahorros seguros.

Durante décadas, las limitaciones estructurales han impedido la autonomía económica de millones de mujeres en todo el mundo.

Sin embargo, hoy esas barreras están empezando a superarse con ayuda de las fintech, que representan un profundo cambio en la vida de las mujeres no bancarizadas

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Antes, el acceso a productos financieros estaba restringido por complejas burocracias y requisitos que muchas mujeres, principalmente en países en desarrollo, no podían cumplir.

Sin historial crediticio, propiedad de activos o ingresos estables, el acceso a créditos y ahorros formales era casi imposible. Hoy, las fintech ofrecen servicios más flexibles y accesibles desde un celular, los cuales están adaptándose a las necesidades de quienes han sido históricamente excluidas del sistema financiero.

Un ejemplo claro de este cambio es el auge de las carteras digitales, que permiten que millones de mujeres manejen sus finanzas sin depender de un banco tradicional. Con una sola app, ellas pueden enviar y recibir dinero, ahorrar e incluso acceder a préstamos. Este acceso inmediato y sin intermediarios ha permitido que poblaciones femeninas en áreas rurales o en la economía informal gestionen sus ingresos de una forma más eficiente y segura.

El crédito resulta ser uno de los principales motores de la independencia financiera, por lo que éste también ha encontrado su vía de democratización mediante las fintech. Nuevas plataformas han surgido para otorgar microcréditos a mujeres emprendedoras sin necesidad de un historial crediticio. Pero el verdadero impacto de estas soluciones no se encuentra solamente en el acceso a productos financieros, sino en el poder que esto otorga.

Las mujeres que antes dependían de intermediarios o familiares para manejar sus finanzas ahora tienen la oportunidad de tomar el control de su propio dinero mediante las soluciones fintech. Esta autonomía se traduce en la mejora de su calidad de vida y les permite tomar decisiones económicas clave. De esta forma, la bancarización ya no es el único camino hacia la libertad financiera, pues actualmente la tecnología ofrece atajos que ofrecen un enorme avance para las mujeres.

Prevención de la violencia económica

Más allá de ofrecer soluciones tecnológicas y financieras, las fintech tienen un papel clave en la prevención de la violencia económica. Este tipo de abuso, en el que una persona es controlada o limitada en su acceso a recursos financieros, afecta diariamente a miles de mujeres mundialmente. Pero al utilizar estas nuevas herramientas, ellas pueden tener un control directo sobre sus ingresos y ahorros, eliminando la dependencia de terceros.

Al poder gestionar su dinero sin intermediarios, la población femenina ha logrado escapar de situaciones de abuso económico, que a menudo están acompañadas de otras dinámicas violentas que vulneran su vida en diferentes aspectos. La capacidad de acceder a sus propios recursos les proporciona una libertad que repercute en su economía y, por ende, en sus decisiones personales.

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