Hace unos días tuve acceso a un reporte elaborado por la oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Ciudad de México, que lleva por título “El sector fintech en México (2024)”, donde señala que México cuenta con uno de los niveles de bancarización más bajos de la región, pues sólo 49 por ciento de la población mayor de 15 años tiene una cuenta bancaria, cifra considerablemente baja en comparación con otros países de América Latina.
Esta brecha en los servicios financieros presenta una oportunidad crucial para las Fintech, especialmente para el segmento joven de 15 a 19 años, que muestra una predisposición hacia el uso de servicios digitales y una desconfianza hacia el sistema financiero tradicional; considerando que este sector de la población no tiene acceso a un conjunto integral de productos financieros como cuentas bancarias, acceso a créditos, seguros y Afore.
De acuerdo con la clasificación realizada por Finnovista en 2024, el ecosistema mexicano fintech se ramifica en 11 segmentos con porcentajes interesantes: préstamos (21%), pagos y remesas (16%), empresas de tecnologías para instituciones financieras (14%), gestión de finanzas empresariales (12%), bienestar financiero (8%), seguros -insurtech (8%), banca digital (7%), servicios para bienes raíces (6%), finanzas abiertas (open finance) 4%, gestión patrimonial (3%) y financiamiento colectivo (crowdfunding) 1%.
Además, este informe complementa al panorama fintech mexicano al destacar las empresas Unicornio que alcanzan una valoración superior a mil millones de dólares como el caso de Bitso (intercambio de criptomonedas), Clip (pagos y remesas), Konfío (préstamos), Stori (banco digital) y Clara (gestión empresarial digital).
Compañías como Kueski (préstamos), Klar (banco digital), Sofía (telemedicina), Belvo (open finance) y Jeeves (gestión de pagos y gastos) están cerca de alcanzar esta valoración al estar catalogadas como soonicorns. Mientras que otras fintech extranjeras tienen una destacada presencia en nuestro país como Nu (banco digital originario de Brasil), Mercado Pago (banco digital de origen argentino) PayPal (plataforma digital de Norteamérica) y la inglesa Revolut.
Sin duda alguna, México se está consolidando como un hub de innovación tecnológica y empresarial en América Latina. Las startup mexicanas no solo representan un éxito económico por su crecimiento disruptivo, estas empresas innovadoras son el ejemplo claro de cómo el ecosistema fintech puede generar cambios significativos en la economía y la sociedad.