Estados Unidos ha presentado cargos criminales contra cinco funcionarios militares chinos, alegando que piratearon los sistemas informáticos de cinco compañías estadounidenses y un sindicato laboral para robar secretos comerciales, siendo ésta la primera vez que Washington ha señalado a un gobierno extranjero por tales violaciones.
El anuncio hecho por Eric Holder, fiscal general, representa una escalada importante en los esfuerzos estadounidenses para frenar lo que EU considera un generalizado robo de información y tecnología por parte del ejército chino y la inteligencia de ese país para obtener ventajas comerciales.
El Departamento de Justicia dijo que una unidad del Ejército de Liberación Popular en Shanghai había espiado a Alcoa, Allegheny Technologies, SolarWorld, US Steel y Westinghouse Electric, así como a United Steelworkers Union.
Los cargos vienen después de las revelaciones por parte de Edward Snowden, antiguamente contratista de inteligencia, que detallan cómo la inteligencia estadounidense ha pirateado compañías extranjeras, incluyendo compañías chinas como Huawei.
Sin embargo, Holder sostuvo que aunque todos los países se involucran en el espionaje, EU no le proporciona la información recopilada por sus agencias de inteligencia a compañías estadounidenses con fines de beneficio comercial.
"Lo que distingue este caso es que tenemos entidades patrocinadas por el gobierno utilizando herramientas de inteligencia para obtener ventajas comerciales," dijo.
China reaccionó furiosamente a las acusaciones, diciendo que los cargos se basaban en "fabulaciones" y eran "una seria violación de las normas internacionales" y deberían ser retiradas.
"Es un hecho conocido por todos que las instituciones estadounidenses llevan mucho tiempo involucradas en el robo cibernético organizado y a gran escala además de estar involucradas en actividades de espionaje telefónico y vigilancia contra líderes políticos, compañías, e individuos extranjeros," dijo el vocero del ministerio de relaciones exteriores, Qin Gang.
El impacto de las acusaciones es principalmente político, ya que China no le entregará los funcionarios acusados a EU. Sin embargo, los individuos no podrán viajar libremente, porque podrían ser arrestados fuera de China.
Holder dijo que una investigación del FBI rastreó el espionaje hasta un edificio en Shanghai que alberga la Unidad 61398 del Ejército Popular de Liberación, de la cual hace mucho tiempo se dice que es la fuente de espionaje hacia blancos en el extranjero.
"Éstos representan los primeros cargos que se han presentado contra actores estatales por infiltrarse en blancos comerciales estadounidenses a través del ciberespacio," dijo.
"El presunto espionaje parece haber sido realizado con el único propósito de brindar ventajas a compañías estatales y otros intereses en China, a costo de negocios aquí en EU".
EU ha estado sopesando durante más de un año si debía enjuiciar a funcionarios extranjeros por robo cibernético de información comercial y gubernamental estadounidense en un esfuerzo por elevar el costo potencial de tales ataques.
La división de seguridad nacional del Departamento de Justicia ha estado entrenando fiscales en cuanto a cómo proceder con tales acusaciones.
EU asegura que sus compañías y departamentos gubernamentales han sido objeto de un creciente número de ataques por parte de hackers extranjeros.
Junto con Rusia, la principal fuente de esos ataques en años recientes ha sido China y grupos ligados al ejército chino.
James Lewis, del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos en Washington, apuntó que el gobierno de EU había tenido dificultades para encontrar compañías dispuestas a declarar y dar evidencia de que habían sido pirateadas y robadas.
"Las multinacionales y compañías que tienen muchos negocios en China no estaban dispuestas a hacer público lo sucedido," dijo.
John Carlin, jefe de la división de seguridad nacional del Departamento de Justicia, dijo que la acusación contenía "acciones específicas en días específicos, realizadas por actores específicos que utilizaron sus computadoras para robar información de nuestra economía".
Carlin afirmó que el Ejército Popular de Liberación pirateó los sistemas informáticos de SolarWorld para beneficiar a sus competidores chinos, además pirateó a Westinghouse cuando éste estaba negociando con empresas estatales chinas para construir plantas de energía eléctrica en el país.
Alcoa dijo en una declaración: "Según nuestro conocimiento, ninguna información material se vio comprometida durante este incidente, que ocurrió ya hace varios años".
"La protección de nuestra información es la principal prioridad de Alcoa y continuamos invirtiendo recursos para proteger nuestros sistemas".
SolarWorld dijo que sus bases de datos de empleados y clientes no habían sido violadas, pero añadió que había mucha preocupación por las alegaciones.
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