Cuando el presidente de México, Enrique Peña Nieto, publicó una foto de sus calcetines en Twitter a principios de este mes, le llovieron el desprecio y el sarcasmo desde los medios de comunicación social.
El intento gracioso del presidente de intentar aclarar que de hecho no había corrido un maratón de 10 kilómetros con sus calcetines al revés fracasó: montones de mensajes de Twitter le agradecían por iluminar a la nación en cuanto al tema del "calcetagate", mientras que otros asuntos como las presuntas violaciones de los derechos humanos, el aumento de la pobreza y la razón por la cual la casa de su esposa fue pagada por un contratista favorecido por el gobierno quedaron aún sin resolver
Peña Nieto ha tenido un año maratónico durante el cual el ávido atleta ha ido de crisis en crisis, al parecer solamente detectando los problemas una vez que ya estaba sumido en ellos.
Si bien su aspecto de ídolo de matiné permanece intacto, la promesa de prosperidad y el sentido de esperanza que Peña Nieto encarnaba han desaparecido. En cambio, los mexicanos han visto cómo escalan los escándalos de corrupción, se estanca la economía y escapa de la cárcel el mayor capo de la droga del país.
Luis Rubio, analista político, cree que el gobierno ha estado funcionando "con una mentalidad de asedio; que ellos tienen razón y todos los demás están equivocados".
De hecho, la popularidad de Peña Nieto se ha hundido, convirtiéndolo en el presidente menos amado en 20 años. Un estudio publicado por el Pew Research Center muestra que su calificación global positiva ha caído hasta el 44 por ciento, desde el 51 por ciento el año pasado, y que los índices de aprobación de su manejo de la educación, la delincuencia y las drogas, la economía y la corrupción están disminuyendo.
Pero, finalmente, el gobierno parece haber comprendido. Este mes Peña Nieto ofreció una disculpa sin precedentes por el escándalo de la casa, el cual, admitió, avivó los sentimientos de "incredulidad y desconfianza", y reorganizó su gabinete para intentar recuperar el impulso perdido.
El cambio más importante de la reorganización fue la designación del jefe de personal y confidente presidencial Aurelio Nuño como secretario de Educación, lo cual destaca que la complicada reforma del sistema de educación pública de México es una prioridad. Pero los dos pesos pesados del gabinete, los secretarios de Gobernación y de Hacienda, mantuvieron sus puestos.
"Estamos entrando en esta nueva etapa con mucho entusiasmo y más fuerza", dijo el presidente, haciendo eco de su nueva consigna que entona, con los puños apretados, en una serie de anuncios de televisión diseñados para mostrar los éxitos del gobierno antes del Tercer Informe de Gobierno del próximo miércoles, el cual marca la mitad de su mandato.
A pesar del éxito en la reducción del número de extorsiones y secuestros en los primeros siete meses de 2015 en un 18 y 30 por ciento, respectivamente, en comparación con el mismo período del año pasado, el número de homicidios aumentó un 25 por ciento en julio en comparación con julio de 2014.
Un informe publicado esta semana por el grupo de estudio Open Society y grupos de derechos humanos sobre la impunidad generalizada en el estado de Guerrero, donde se cree que el año pasado 43 estudiantes fueron secuestrados por la policía y asesinados por una banda de narcotraficantes, probablemente no será una lectura fácil. Y conforme se acerca el primer aniversario de la desaparición de los estudiantes el 26 de septiembre, expertos independientes también publicarán el próximo fin de semana los resultados de una investigación de seis meses.
Además, una investigación oficial está examinando si hubo ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas de seguridad de los 42 presuntos miembros del cártel Jalisco Nueva Generación, que murieron en el mes de mayo en un tiroteo, que en su momento el gobierno proclamó un gran golpe contra el grupo delictivo.
La investigación sucede inmediatamente después de la primera condena a un soldado en México por la desaparición de un civil, y el juicio a un oficial y ocho soldados por el asesinato de 22 civiles en la ciudad de Tlatlaya en junio del año pasado, lo cual la comisión nacional de derechos humanos consideró "violaciones graves de los derechos humanos".
Se espera que el Tercer Informe de Gobierno de Peña Nieto destaque el éxito en garantizar reformas clave, como la reforma energética y la de las telecomunicaciones, y la creación de un sistema anticorrupción.
Viridiana Ríos, directora del grupo de estudio México ¿Cómo vamos?, quien desea que el gobierno se enfoque en reducir la pobreza y en aumentar las exportaciones y las inversiones, cree que Peña Nieto perdió una oportunidad de cambio real con una remodelación más audaz del gabinete. Pero aún tiene esperanzas: "Todavía tenemos tres años".
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Financial Times